El fin de semana pasado, China lanzó un satélite de órbita baja, el cual es el primer paso en el plan de dar acceso a Internet global satelital a quienes aún no tienen un acceso confiable. l satélite, llamad Hongyun-1 (nube de arco iris) se lanzó el 22 de diciembre y es el primero de 156 satélites que tendrán el mismo nombre, desarrollador por la empresa estatal china CASIC (China Aerospace Science and Industry Corporation). Un cohete March11, otra empresa del Estado Chino, fue quien llevó a su órbita al satélite.
CASIC piensa lanzar todos los satélites Hongyun alrededor del 2022 para formar una constelación que mejorará el acceso a Internet en las partes remotas de China y eventualmente a los países en desarrollo. Esta idea y plan se anunció en el 2016. La mayoría de los satélites estarán a unos 1000 kms de la superficie terrestre, que es una distancia mucho menor a la típica para este tipo de aparatos. El proyecto consiste en «mover el Internet actualmente en la Tierra al espacio», dijo el vocero de CASIC. «Este es el primer satélite chino de baja órbita y el lanzamiento será el detonante de mucho más comercio en el espacio», comentó.
China está configurando toda una infraestructura digital aunque ha levantado algunas preguntas sobre cómo usarán el Internet considerando que es uno de los países donde hay más vigilancia estatal. China, en otro ambiente, está avanzando en su sistema Beidou, que es la respuesta del país oriental al sistema estadounidense de posicionamiento global, o GPS.
La idea de China tiene el potencial de dar acceso a Internet sin importar en qué parte de la Tierra se encuentren los usuarios, haciendo un puente a las limitaciones de la infraestructura del cableado. Ya se han iniciado algunas experiencias al respecto, pro no han sido muy buenas, particularmente en lo que se refiere a la subida de archivos, producto de la enorme distancia a la que se encuentra el satélite y a las limitaciones de los satélites que por ahora pueden prestar este servicio.
La idea más ambiciosa en este sentido la tiene el sistema de SpaceX, el proyecto Starlink, que es a una escala muy diferente al proyecto chino Hongyun. SpaceX, que parece todo lo ve en tamaños gigantescos, plantea 12 mil satélites que operen en altitudes de 335 y 346 kms. Ya el proyecto tuvo la aprobación de la FCC (Federal Communications Commission), que regula las comunicaciones en los Estados Unidos y que en marzo pasado dio luz verde para poner 4,425 satélites en órbita.
SpaceX ha lanzado dos satélites este año y lanzará una serie de ellos para finales del 2019 con la idea de empezar un servicio que se espera sea muy lucrativo, todo esto para el 2020.