Hay muchísima tecnología en el CES: impresoras 3D, tendencias en autos, videojuegos, robots de telepresencia, drones y lo nuevo de las grandes marcas, pero una que ha llamado mi atención y se está poniendo de moda es el selfie stick o brazo extensible para selfies (también llamado “palo selfie”) que toma autorretratos en foto y video. Este año, varios recorrimos los largos pasillos de la feria con el aparato en mano aprovechando sus bondades (como hacerla de camarógrafo, evitar manos y cabezas que se cruzan cuando grabas y estabilizar la imagen). Existen varios modelos y colores, desde el que tiene un clip para insertar cualquier teléfono inteligente hasta los que se controlan remotamente vía Bluetooth; en este caso vi muchos con iPhones, Samsung Galaxy y cámaras Go Pro. No son tan caros, entre 4 y 25 dólares (según material, funciones y modelos).
#yoconfieso que usar un selfie stick es raro, hasta cierto punto incómodo; tal vez porque soy medio penosa, y eso de andar hablando sola por la feria, grabando videos y tomando fotos llamaba la atención de la gente —en exceso— y las miradas iban desde el “¡qué pesada!” hasta el “pobrecita, qué forever alone” (solo las mujeres se acercaban asombradas a preguntarme dónde conseguían uno). Es un hecho que la moda viene este año, varias marcas pusieron su stand en el CES y quién quita que el próximo año veamos a alguien con el belfie stick, un brazo extensible para tomar selfies del trasero (aunque mejor dejárselo a gente como Kim Kardashian). Eso sí, hay que recordar que lo que hoy parece tonto puede ser un éxito mañana (ahí tienen ejemplos como el celular de Martin Cooper).