Hace algunos días, el periódico The New York Times, reportó un severo caso de espionaje del gobierno mexicano a periodistas por medio de un software instalado en sus dispositivos móviles. El programa fue adquirido a través de una compañía israelí, NSO Group, cuyo objetivo es hacer acuerdos con diversos gobiernos para ofrecerles un software de espionaje que sea utilizado para investigar actividades terroristas, o criminales.
Sin embargo, el gobierno de Enrique Peña Nieto aparentemente utilizó el software de espionaje en personajes públicos que han destacado por sus movimientos sociales, activistas y labores en investigación y comunicación, en lugar de haberlo implementado en figuras del crimen organizado o el narcotráfico.
El día de ayer se revelaron algunos de los mensajes que recibieron periodistas como Carmen Aristegui y Juan Pardinas, Director General del Instituto Mexicano para la Competitividad, en los que se denotó una clara personalización.
Carlos Loret de Mola, periodista de Televisa, anunció su testimonio a través de YouTube en el cual mencionó lo siguiente:
«Hace aproximadamente dos años, comencé a recibir en mi teléfono celular una serie de mensajes que resultaron bastante singulares.
Al final de cada mensaje había un link para que yo diera clic; nunca lo hice porque siempre pensé que detrás de los mensajes seguramente había una banda de extorsionadores, pero conforme fue pasando el tiempo, los mensajes fueron adquiriendo mayor sofisticación.»
De igual forma, Loret aseguró que sus mensajes comenzaron a ser más personales, pues comenzaban a abordar temas que pudieran ser de su interés. Algunos mensajes decían lo siguiente:
«Carlos, buen día. Otra vez están sacando chismes tuyos, supuestamente te tomaron fotos en UNIVISION (enlace)».
«ALERTAAMBER.COM/SOLICITAMOS SU COOPERACIÓN PARA LOCALIZAR A ESTUDIANTE DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA DE LA UNAM VER FOTO (enlace)»
En pocas palabras, Loret de Mola comentó que el gobierno utilizó recursos y métodos de persuasión con la finalidad de que el periodista cayera en la trampa. Cada mensaje se caracterizó por tener elementos personales para brindar mayor credibilidad a los enlaces maliciosos, pero la figura de Televisa aseguró nunca haber caído en el engaño.
Loret de Mola considera que el uso de este software abona al clima de inseguridad, temor e impunidad que inhibe el desarrollo periodístico, especialmente el que busca difundir verdades incómodas.
«Quieren hacernos sentir vulnerables, que sepamos que ellos saben de nuestras vidas privadas, pero también de nuestras vidas laborales«.