En octubre del año pasado, John Kershaw se preguntó que si existían aplicaciones para que dos personas se conozcan como Tinder, por qué no llevar ese concepto más allá y ser más específico, como por ejemplo juntar a personas con barba.
Es por eso que en un viaje en tren se le ocurrió que el nombre de ese software debería ser Bristlr y antes de irse a dormir abrió una página de registro. Y es que quería ver hasta dónde podía llegar, por lo que decidió que si 100 personas o más se daban de alta en el portal, convertiría la broma en una realidad.
Al parecer, sólo 80 individuos se registraron, pero Kershaw decidió que la cifra era lo suficientemente cercana a la meta para comenzar con el proyecto. En las primeras dos semanas, creó un prototipo, el cual confiesa era terrible, e incluso lo intentó impulsar en Reddit y Product Hunt sin obtener muchos resultados.
Afortunadamente, varios blogs importantes descubrieron la iniciativa y publicaron al respecto, por lo que para enero de 2015 ya contaba con más de 30,000 personas inscritas en ella. Poco a poco, la aplicación ha ido creciendo e incluso Kershaw decidió incursionar en la aceleradora de startups, Ignite, para obtener algunos fondos y seguir dando apoyo a Bristlr, que se puede encontrar en iOS y Android.
Además de continuar dando soporte a su creación, que actualmente cuenta con más de 100,000 suscriptores, Kershaw dice que desea programar otra aplicación parecida que una a personas que tengan tatuajes en su cuerpo.
Referencia: Bristlr