La necesidad (a veces obligación) de ser multitarea está muy bien establecida en el mudo actual, pero cuando estamos en esta circunstancia puede traernos una gran sobrecarga mental. Es por esto que investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y un equipo conformado por la Universidad de Indiana y la Universidad Tufts están trabajando en un sistema que a primera vista puede rozar la singularidad, puesto que su cometido es detectar el exceso de carga en nuestro cerebro para transferir parte de las tareas que realizamos a la computadora.
Te encuentras preparando un documento en Word, pero al mismo tiempo una porción de tu mente está pensando en el agua que tienes en la cocina porque quieres tomar una taza de café. De repente suena tu celular y pocos segundos después recibes una alerta en Facebook. El ejemplo puede parecer sencillo, pero demuestra cómo una tarea se convirtió repentinamente en cuatro y tu cerebro sigue siendo el mismo. Muchos científicos han publicado trabajos sobre la ineficiencia de nuestros cerebros al someterse a una multitareas, pero obviamente lo intentamos de todas maneras.
La computadora actualmente sólo puede responder a nuestras demandas a través de los dispositivos de entrada, ¿pero qué tal sería si fuera capaz de detectar esa carga adicional en tu mente, y adaptarse en consecuencia?
El sistema es conocido como Brainput y está preparado para detectar cuando una persona está pensando demasiado, por lo que puede ajustar la interfaz de un ordenador y hacerla más sencilla para darle un respiro. Brainput depende de la llamada Espectroscopía Infrarroja Cercana Funcional o fNIRS para registrar la actividad cerebral con una especie de casco como interfaz.
La prueba de Brainput se realizó con dos robots operados por dos conductores humanos. Los conductores debían encontrar la mejor señal Wi–Fi dentro de un laberinto, al mismo tiempo que evitaban chocar con las paredes del mismo. Al registrar este doble esfuerzo por parte de los conductores, el Brainput hizo que los robots tuvieran más responsabilidad sobre su propia navegación, aumentando la eficiencia sin causar frustración en los usuarios.
Con el tiempo, otros sistemas que tengan un funcionamiento similar al Brainput podrían interpretar otras señales, complementando la lectura de actividad cerebral. Diferentes expresiones en nuestro rostro, errores de escritura o problemas en la velocidad de tecleado podrían estar dentro de los parámetros que una computadora podría registrar para hacer más liviana la carga sobre el usuario. Otro entorno en el que el Brainput podría encontrar su lugar es en los coches, algo similar a lo que google pretendió con su auto prototipo.
Link: MIT