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Bill Gates aprueba el uso de mosquitos genéticamente modificados para combatir la malaria

Bill Gates dijo en una reciente entrevista con Bloomberg que estaba de acuerdo con el uso de una nueva herramienta poderosa y controversial de edición...

Bill Gates dijo en una reciente entrevista con Bloomberg que estaba de acuerdo con el uso de una nueva herramienta poderosa y controversial de edición de genes para crear mosquitos resistentes a la malaria.

Un puñado de científicos ya ha creado mosquitos que son infértiles o resistentes al parásito de la malaria usando CRISPR, una herramienta genética de cortar y pegar que permite a los investigadores editar precisamente el ADN.

En varios casos, los científicos también han empleado una tecnología relacionada conocida como unidades de genes, que están diseñadas para asegurar que los rasgos que los científicos introducen, se pasen a lo largo de sucesivas generaciones la mayoría de las veces.

Ese instrumento, que identifica y recorta la forma natural del ADN cuando aparece en la descendencia efectivamente, promete extender rápidamente resistencia a la malaria por medio de poblaciones de mosquitos. De acuerdo con Gates, esto podría ofrecer un arma poderosa contra la enfermedad.

La malaria, que se propaga por la picadura de mosquitos hembra del género Anopheles, infecta a más de 200 millones de personas cada año y mata a cerca de 500,000, la mayoría de las cuales son niños, según la Organización Mundial de la Salud.

Es por eso que la Fundación Bill y Melinda Gates ha vertido recursos en la lucha contra la enfermedad durante años, incluyendo un subsidio de 150 millones de dólares en 2014 para el desarrollo de vacunas.

Si las unidades de genes funcionan como se espera, podrían convertirse en una de las herramientas más eficaces contra la malaria, así como otras enfermedades infecciosas. Pero la potencia bruta de la tecnología plantea un nuevo conjunto de preocupaciones también.

Los posibles efectos secundarios inesperados en las especies también se propagarían en las poblaciones y sus ecosistemas, un hecho que podría extender los temores del público a nivel mundial sobre los organismos genéticamente modificados.

Referencias: Bloomberg, Boston Herald

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