Científicos de Polonia y Suecia han descubierto que la lignina, encontrada en los residuos de pulpa y papel que quedan en los molinos pueden ser utilizados para crear baterías recargables más baratas.
Este subproducto de la industria papelera tiene la capacidad de almacenar energía eléctrica, por lo que puede ser utilizado como una alternativa, no sólo más barata, sino más segura que los metales que se utilizan actualmente en los cátodos de las baterías.
La lignina, que se encuentra en las plantas, es el segundo polímero más producido después de la celulosa. Cuando la fibra de la madera es procesada, el contenido de lignina se elimina para dejar la celulosa necesaria para producir papel.
Este derivado de las plantas tiene cualidades aislantes, por lo que puede ser combinado con la conductividad de polipirrol para poder almacenar correctamente las cargas eléctricas.
Estas baterías aún están siendo probadas y sus capacidades son limitadas. Sin embargo, se siguen haciendo pruebas, ya que los resultados varían dependiendo del procesamiento de la lignina.
A pesar de que estas baterías siguen en fase, los estudios son alentadores. Si se llega a concretar la investigación, tendremos una nueva opción de baterías recargables que sean más amigables con el medioambiente.
Estas alternativas pueden ser valiosas, pues uno de los grandes contaminantes mundiales son las baterías y aun hay poca conciencia del reciclaje.