Un grupo de estudiantes de la Universidad del Oeste de Inglaterra han desarrollado un sistema que genera electricidad a partir de unos microbios que se alimentan de la orina. El urinario que han inventado genera energía suficiente con el uso para iluminar el foco de una habitación.
«Este invento podría suponer un importante paso en los hogares e incluso en instalaciones públicas o grandes edificios, como centros de convenciones que reciben millones de visitantes (con sus inevitables necesidades fisiológicas). Esta tecnología es tan verde como parece, ya que no se necesita utilizar combustibles fósiles y se está utilizando con eficacia un producto de desecho que existe en abundancia», dijo Ioannis Ieropoulos, responsable de la investigación.
El urinario prototipo se alimenta a base de una pila hecha de células de combustible microbiano (MFC) que generan suficiente electricidad para alimentar la iluminación interior.
«Ya hemos demostrado que esta forma de generar electricidad funciona. El trabajo del Centro de Bioenergía de Bristol llegó a los titulares en 2013 cuando el equipo demostró que la electricidad generada por pilas de células de combustible microbiano podría alimentar un teléfono móvil«, agrego.
Las células de combustible microbianas funcionan mediante el empleo de microbios vivos que se alimentan de orina (combustible) para su propio crecimiento y mantenimiento. El MFC es en efecto un sistema que aprovecha una parte de esa energía bioquímica utilizada para el crecimiento microbiano, y la convierte directamente en electricidad.
«Lo estamos llamando la orinatricidad o energía del pis. Esta tecnología es verde, ya que no necesitamos utilizar combustibles fósiles y estamos utilizando con eficacia un producto de desecho disponible en abundancia. Una célula de combustible microbiana cuesta alrededor de 1,38 euros y pensamos que una pequeña unidad como la de este experimento podría costar 828 euros, una ventaja significativa para esta tecnología en teoría inagotable».
Referencia: UWE