Hablar de robots puede ser bueno y malo dependiendo de a quién le pidas su opinión sobre ellos. Las películas de ciencia ficción como “Terminator” se encargaron de infundir la idea de que en un futuro no muy lejano seríamos conquistados por las máquinas que creamos para protegernos, mientras que para otros este tipo de películas dejó claro las ventajas que los robots y otras tecnologías podían aportar a la calidad de vida de las personas.
Los años han pasado y ningún tipo de T-800 ha llegado a destruir el planeta, pero sí hay miles de robots allá afuera que distintas industrias utilizan para mejorar y acelerar sus procesos, así como mejorar la seguridad y calidad de vida de sus trabajadores.

Parte de esta revolución se dio con la automatización industrial, que a pesar de que el concepto puede hacer referencia a algo que dio hace pocas décadas, en realidad es un proceso que inició a finales del siglo XVIII, pero que desde la segunda mitad del siglo XX ha tomado mucha más importancia para las diferentes compañías en todo el mundo.
¿Qué es la automatización industrial?
La automatización es lograr que un proceso se controle de manera autónoma o semiautónoma, por lo que la automatización industrial consiste en sistemas enfocados en controlar y monitorear un proceso a través de máquinas de manera automática con la finalidad de reducir y mejorar el trabajo de los humanos.
Aquí viene una cuestión importante, pues el hecho de que busca reducir el trabajo de los humanos se puede interpretar que las personas dejarán de ser necesarias para el trabajo, pero en realidad no es así.

El investigador danés Henrik Schärfe menciona que: “la robótica no consiste en reemplazar a las personas, sino en aprender más cosas de nosotros mismos”.
La llegada de nuevas tecnologías siempre plantea nuevos panoramas y siempre tiene un efecto en la vida de las personas, pero el investigador apunta a que más allá de que la automatización industrial vaya a desaparecer los trabajos, en realidad los va a transformar, habrá tareas que sin lugar a duda lo harán las máquinas, sobre todo aquellas más pesadas o que requieran de cálculos más rápidos y precisos, sin embargo, los robots están lejos de tener algo que inherente al ser humano; valores y criterio.
De hecho, Kazuma Tateishi, fundador de OMRON hizo célebre una frase que decía: “Para la máquina, el trabajo de la máquina; para el ser humano, el desafío la creación”

¿Qué ventajas tiene la automatización industrial?
La revista Fortune estima que para el 2026 el mercado de la automatización industrial alcance un valor de más de 296 mil millones de dólares, por lo que cada vez es más común encontrar soluciones más eficientes y con mayores tecnologías que mejoren estos procesos en beneficio de las empresas y sus trabajadores.
Las ventajas más claras de la automatización industrial son: mayor productividad, mejor control y calidad de procesos, información más precisa y rápida, seguridad para los empleados (sobre todo los que realizan tareas de alto riesgo), reducción de costos de producción y mejores condiciones laborales.
Actualmente hay varias compañías que se dedican a mejorar los procesos de automatización industrial con tecnología de hardware y software. Una de las que más ha destacado en los últimos años es la firma japonesa OMRON, la cual basa todos sus procesos y tecnología bajo 3 conceptos que se conocen como las 3i, y son: Inteligente (para mejorar la productividad mediante tecnologías de la información), Interactiva (máquinas que se adaptan a las necesidades de los humanos) e Integrada (que busca mejorar la velocidad y control de los procesos).

Debido a que la automatización basa sus principios y funcionalidad en la tecnología, es importante que las distintas empresas de cada industria elijan correctamente al socio con el que van a automatizar sus procesos, pues al igual que sucede con tu teléfono y computadora, se enfrentan a la obsolescencia programada y la incompatibilidad entre sistemas.
La recomendación para las empresas es elegir las soluciones que trabajen de forma integrada para que todas las herramientas funcionen en conjunto en todos los procesos, de esta forma será más sencillo lograr los objetivos de la automatización industrial como son trabajo más eficiente con la mejor calidad posible.
Tomando como ejemplo a OMRON, la compañía ofrece distintas soluciones que prometen que las máquinas de trabajo se vuelvan más inteligentes, rápidas, flexibles y confiables para maximizar la productividad, y todas sus soluciones se pueden aplicar a pequeñas y grandes industrias siempre teniendo como punto de partida la armonía entre humano y máquina.

Actualmente hay una buena cantidad de corporaciones que ofrecen soluciones de automatización industrial. Algunas ofrecen soluciones de hardware y software, mientras que otras se enfocan en ofrecer tecnología de información y data para mejorar tus procesos, por lo que es posible elegir la opción que mejor convenga para cada tipo de empresa o negocio.
¿En qué se puede usar la automatización?
Los ejemplos de industrias donde ya es común ver procesos de automatización industrial son las cadenas de producción de coches; donde las máquinas ensamblan cada pieza de los vehículos, pero los humanos supervisan los procesos y toman decisiones que pueden mejorar la producción con base en el análisis de datos proporcionados por otras tecnologías.
La industria farmacéutica, eléctrica, química, metalúrgica, petrolera y muchas otras más ya se apoyan de la automatización industrial para poder satisfacer la demanda de sus productos en todos los mercados donde operan.
Tan importante es el rol de la automatización que se estima que en menos de 6 años la industria global de la automatización estará valuada en 326,000 millones de dólares.