En una reunión en China con motivo de la Semana Nacional de Innovación y Espíritu Emprendedor de las Masas de 2016, Tim Cook, director ejecutivo de Apple, anunció que pondrá en marcha un segundo Centro de Investigación y Desarrollo en Shenzhen, provincia de la República Popular China.
El Centro de Investigación impulsado por Apple se dedicará a la manufactura y desarrollo de software. Tiene como objetivo fortalecer relaciones con socios locales y universidades, idea que comparte con la base de investigación que será abierta en Pekín a finales de este año.
El portavoz de Apple, Josh Rosenstock, comentó que la base de Shenzhen permitirá a los ingenieros de la empresa trabajar en colaboración con los socios de fabricación.
No es la primera vez que la compañía se ha comprometido a construir instalaciones en el país chino este año, ya que Cook prometió dinero en efectivo (45 millones de dólares) para un primer edificio de investigación durante el mes de agosto. El proyecto está designado para incrementar la cooperación con un país que ha sido cauteloso con la presencia de Apple.
China se convirtió rápidamente en un motor clave del crecimiento del iPhone para Apple, pero a medida de que dicho mercado se ha estancado, las cifras han comenzado a decaer. Por esa razón, Apple tiene el deseo de integrar sus negocios con empresas chinas.
Los ingresos de Apple cayeron un 33 por ciento en el último trimestre en comparación con 2015, es decir, la peor caída de los principales mercados operacionales de la compañía. Esta disminución de ingresos se debe al desinterés por el iPhone gracias a la gran cantidad de competidores en el país.
El director ejecutivo de Apple alabó a Shenzhen y mencionó que tiene un nivel altísimo de habilidad en las fábricas, puesto que es una potencia manufacturera que se ha distinguido por la creación de imitaciones de iPhones y iPads.