La exclusividad de juegos en ciertas plataformas como PlayStation o Xbox es bien conocida y se vuelve incluso un factor de compra para ciertos gamers. ¿Qué pasa cuando este beneficio se transporta a la “nueva moda” de las apps móviles? Aparentemente Google y Apple saben bien que el dinero está en las aplicaciones.
De acuerdo con un reporte de The Wall Street Journal, Apple y Google mantienen una batalla “de bajo perfil” para tener la exclusiva de ciertos juegos procedentes de empresas como Electronic Arts.
Es así que se puede incentivar la permanencia exclusiva de títulos como Plants vs Zombies 2 por cierto tiempo en una sola tienda de apps, y para lograrlo no hay un ofrecimiento económico, sino que las compañías prometen un espacio dentro de la categoría principal de sus tiendas para que las apps de la empresa beneficiada obtengan más descargas.
Otras compañías que se han incluido en este programa son Gameloft y ZeptoLabs, que publican juegos como la saga de Asphalt (carreras de autos) o Cut the Rope, así como otros títulos con licencias de compañías como Marvel.
Supuestamente el caso de Plants vs Zombies 2 fue uno de los más importantes, pues Apple mantuvo la exclusividad de este juego al menos por un par de meses. Ya que este título se volvió uno de los más esperados por los fans, esto se tradujo en un gran beneficio para la App Store y para iOS en general.
Incluso se sabe que, en la búsqueda de aplicaciones que sólo estén disponibles para iOS, el personal encargado de elegir el contenido destacado para la tienda ya no procede de manera objetiva, pues se reservan espacios para el software que está incluido en las negociaciones mencionadas.
No obstante, algunos desarrolladores se han resistido a este tipo de ofrecimientos con tal de poder publicar tanto en Android e iOS al mismo tiempo, pues en ambos entornos hay una gran oportunidad de recibir ingresos.
Esto no sucedía hace algunos años, cuando el operativo de Apple era el principal y más famoso entorno para descargar apps, pero conforme Android ha crecido en todo el mundo, es difícil que haya una empresa que se abstenga de tener sus contenidos en ese operativo.
Referencia: The Wall Street Journal