Apple se ha opuesto formalmente a una orden de un juez de Estados Unidos para ayudar a los cuerpos policiales a desbloquear un iPhone propiedad de uno de los tiradores de San Bernardino.
En una carta abierta publicada en el sitio oficial de la compañía, su director general Tim Cook dijo que el FBI está pidiendo a su empresa crear una puerta trasera para el cifrado integrado en el iPhone, algo que se ha negado a hacer durante años.
Cook afirma que el cumplimiento de la orden tendría implicaciones que van más allá del caso legal en cuestión, al quitar autoridad a la privacidad de los usuarios y dar al gobierno de los Estados Unidos el equivalente a una llave maestra, capaz de abrir cientos de millones de cerraduras.
“El gobierno está pidiendo a Apple hackear a nuestros propios usuarios y quitar autoridad a décadas de avances en el tema de seguridad que protege a nuestros consumidores. No podemos encontrar algún precedente de una compañía americana siendo obligada a exponer a sus clientes a un mayor riesgo de ataque. Durante años, los criptógrafos y los expertos en seguridad nacional nos han advertido sobre el debilitamiento del cifrado. El hacerlo, sólo se haría daño a los ciudadanos que confían en empresas como Apple para proteger sus datos”, declaró Cook.
El ejecutivo dice que el FBI le ha pedido hacer una nueva versión del sistema operativo del iPhone que sacrifique ciertas características de seguridad. Desde la introducción de iOS 8, Apple dejó de almacenar claves de cifrado que podrían permitir que terceros desbloqueen los datos de los usuarios. Hasta ahora, no está claro cómo se esperaría que la compañía pasara por alto esta característica, pero Cook dice que el FBI le ha pedido que modifique el sistema operativo para que los códigos de acceso puedan ser introducidos electrónicamente.
Lo anterior haría más fácil que un iPhone pudiera ser desbloqueado con un ataque de fuerza bruta, el cual se hace por medio de una poderosa computadora que coloca cientos de miles de combinaciones en una sucesión rápida.
En el caso de San Bernardino, el FBI quiere información de un iPhone 5c propiedad de Syed Farook quien, junto con su espoa Tashfeen Malik, mató a 14 personas en una clínica de salud de California el 2 de diciembre del año pasado. Los papeles de la corte dicen que acceder a dicha información requería de asistencia técnica de Apple, la cual fue declinada voluntariamente por la misma.
La Electronic Frontier Foundation, una organización sin ánimo de lucro con sede en San Francisco que se dedica a educar a la prensa, los legisladores y el público sobre las cuestiones sobre libertades civiles que están relacionadas con la tecnología, reveló que apoya la decisión de Apple de no colaborar con el gobierno de Estados Unidos, ya que de hacerlo, sería el inicio de una cadena que haría que gobiernos de otros países del mundo también pidieran a la compañía crear formas de acceder a la información de sus teléfonos, lo que violaría los derechos de privacidad de los usuarios.
La decisión de Apple para luchar en contra de la orden de la corte es un acontecimiento importante en la batalla continua entre las firmas tecnológicas y los gobiernos sobre los datos de los usuarios. Otras compañías como Microsoft y Google también se han pronunciado públicamente sobre los peligros del debilitamiento del cifrado, pero las objeciones de Apple han sido a menudo las más notables.