Apple se vio obligada a suspender, en lugar de acelerar, la producción del iPhone y del iPad durante varios días, de acuerdo con una publicación del Nikkei Asia.
Se trata de la primera vez en una década que la compañía tuvo que cesar las operaciones en su fábricas asiáticas.
Esto obedece a que Apple, al igual que miles de firmas en el mundo, se ve afectada a la escasez de la cadena de suministro global a pesar de su elevado poder adquisitivo. Apple redujo previamente sus objetivos de producción del iPhone 13 y tuvo que recortar su producción del iPad para asignar más piezas para sus dispositivos móviles insignia.
Apple baja el ritmo.
Las fábricas de Apple suelen aumentar la producción durante las vacaciones chinas, a principios de octubre, con turnos de 24 horas para poder mantenerse al día con las demandas de compras navideñas.
Sin embargo, este año, supuestamente les dio a sus trabajadores algo de tiempo libre. Un gerente dijo al Nikkei que no tenía sentido pagar a los trabajadores horas extra por trabajar durante las vacaciones cuando había muy pocos componentes y chips con los que trabajar.
Como resultado, las personas pensarán en adquirir un nuevo producto de Apple como regalo de navidad.
La pandemia no fue el problema.
El medio asiático sostiene que los problemas en la cadena de suministro comenzaron mucho antes de la pandemia, cuando las empresas chinas incluidas en la lista negra de Estados Unidos acumularon inventarios para sobrevivir a las represiones.
Aunado a lo anterior, los bloqueos por el coronavirus implementados en Malasia y Vietnam afectaron en gran medida la producción de los componentes eléctricos.
Tim Cook, CEO de Apple, dijo que la compañía perdió alrededor de 6 mil millones de dólares para el trimestre que finalizó en septiembre debido a las limitaciones de la cadena de suministro.
De igual forma, se anticipó que Apple perdería más en el último trimestre del año e incluso la demanda podría verse comprometida aún cuando ya no tenga problemas de escasez.