Llevamos varias semanas de mucha tensión entre China y Estados Unidos, Huawei fue el primer gran golpe de Trump a China, y muchos sospechan que las acusaciones a la empresa china son infundadas, pues únicamente la está usando como moneda de cambio en su anhelado acuerdo comercial con China.
Sin embargo, Trump ha amenazado a China con imponer aranceles allá del 25%, todo ello si en el G20 no se llega a un acuerdo comercial con el presidente chino, Xi Jinping.
Obviamente que esto traerá consecuencias, pues China también aplicaría aranceles a los productos norteamericanos, situación que según Nikkei, ha obligado a Apple a evaluar varios países para mudar parte de su producción, países entre los que por cierto se encuentra México.
Para intentar solucionar todo este problema, Apple ha enviado una carta a Robert Lighthizer, representante comercial de Estados Unidos. En dicho papel expresa su preocupación de una guerra comercial con China, y las repercusiones a las empresas norteamericanas y a la economía de dicho país.
Una guerra comercial que parece ser más perjudicial para Estados Unidos
Apple explica que uno de los grandes problemas a los que se enfrentarán será una reducción a su aportación económica de los Estados Unidos, pues esta guerra afectará su competitividad global.
Además, parte de los 2 millones de empleos que generan en los Estados Unidos podrían ponerse en riesgo con los aranceles impuestos por China, pues Estados Unidos no debe olvidar que la mayoría de los productos de Apple se fabrican en China, y es justamente en este mercado donde también tiene una participación importante que influye directamente en los ingresos de la empresa.
De hecho, la empresa de Cupertino insta a su gobierno a pensar que muchas empresas chinas no tienen una participación importante en Estados Unidos, por lo que no resultarán tan afectadas por los aranceles como sí lo hará Apple y otras empresas norteamericanas que tienen una fuerte operación en China.
En resumen, esta guerra podría ser peor para las empresas norteamericanas que para las compañías Chinas, sobre todo porque sí habría un impacto global que nivelará la balanza en favor de las marcas chinas.
El gobierno de Trump no ha hecho comentarios al respecto, pero tampoco parece que vayan a cambiar de idea tras las peticiones de Apple y otras empresas norteamericanas sobre detener esta locura con China, así que parece que tendremos que esperar a ver qué sucede en el G20 entre Trump y Xi Jinping.