Lo que en el 2011 comenzó como una de las grandes demandas del sector tecnológico parece que está a punto de terminar, y Apple exige a Samsung el pago de mil millones de dólares por haber copiado el diseño del iPhone en varios de sus dispositivos, sobre todo en el Galaxy S, y así haber obtenido millonarios ingresos .
El día de ayer, iniciaron las comparecencias para la audiencia final, aquella que inició en el 2011, y que lleva 7 años entre disputas e indiferencias entre ambas compañías, pues Apple no está conforme con lo que Samsung quiere pagar por infringir las patentes de diseño del iPhone, y Samsung cree que la cantidad que pide Apple es desorbitante.
Bill Lee, abogado de Apple ha dejado claro que la compañía quiere mil millones de dólares por infringir patentes, pero John Quinn, abogado de Samsung, ha mencionado que la compañía solo está dispuesta a pagar 28 millones, razón por la que hoy en día ambas empresas no pueden terminar con esta disputa legal.
¿Cómo empezó todo?
Era abril del 2011, fecha en la que Apple demandó a Samsung por haber copiado el diseño de su iPhone. En ese momento, Apple mencionaba que la compañía coreana había infringido 4 patentes, entre ellas diseño, interfaz de usuario, funcionamiento y gestos para la interacción multitáctil.
A pesar de que Samsung luchó durante casi un año, fue en 2012 cuando el jurado declaró culpable a la compañía, por lo que fue condenada a pagar 1052 millones de dólares a Apple por violar las patentes de la compañía.
Obviamente Samsung apeló esta decisión, y pasó un año más para que los 1052 millones de dólares se redujeran a 548 millones de dólares, cifra en la que Samsung tampoco estuvo de acuerdo, pues le parecía un monto excesivo, por lo que optó por su último recurso legal y apeló la decisión ante la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Afortunadamente para Samsung, la Corte Suprema ordenó a la Corte de Apelaciones de Estados Unidos un ajuste en la cantidad a pagar a Apple, pues por mucho que Samsung apele la decisión, está condenada a pagar una cantidad determinada por infringir patentes, pero la compañía busca que sea la menor cantidad posible.
Y así es como esta larga disputa legal terminará en 2018, pues a Samsung ya no le quedan más apelaciones por realizar, y lo que se le condene a pagar será lo que tendrá que desembolsar la compañía, la cual ya hizo un pago a Apple por 548 millones de dólares en el 2015, pero que obviamente Apple tendrá que regresar después de conocer cuánto será la cifra que Samsung estará condenada a liquidar.
Como ya lo mencionamos, Samsung piensa que lo justo es pagar 28 millones de dólares, pero Apple quiere 1000 millones, aunque es obvio que la cifra no llegará a esa cantidad, no después de que Samsung ha logrado apelar dos veces la cantidad.
En las próximas semanas se determinará la decisión final, y sabremos cuánto costará esta batalla legal que lleva ya 7 años en curso sin que ambas empresas puedan llegar a un arreglo.