Durante la preparación de la llegada de iPad al mundo, Apple compró a una empresa en China ese nombre que la marca ya tenía en uso para uno de sus dispositivos, con el fin de evitar problemas legales. Después del gran éxito de la tableta de Apple, Proview,  quien cedió el nombre, decidió que no había cobrado suficiente. Ahora todo ha llegado a su fin.

Esta batalla legal comenzó hace dos años, cuando Apple inició con la comercialización de la tableta iPad. Según los reportes, la empresa de Cupertino adquirió el nombre de la tablet a través de una subsidiaria por el precio de 35,000 libras.

Obviamente, Proview ha dicho que no sabía cuál era la intención de la compra del nombre y esto tiene sentido puesto que quien se acercó a adquirirlo no fue Apple, sino la mencionada subsidiaria, lo que es la supuesta razón para el precio ‘tan bajo’ de la operación.

Proview ha alegado que si hubiera sabido que el nombre sería usado por la empresa estadounidense, así como el propósito de ello, habría pedido una cantidad considerablemente más grande por la marca ‘iPad’.

Esta situación tiene varios meses desarrollándose y cuando Proview decidió llevar el caso a Estados Unidos, un juez en California decidió desechar el caso. Situación contraria fue la que ocurrió en China, donde a través del medio legal se confiscaron las tabletas a Apple y se prohibió la venta del gadget.

Finalmente, Apple ha tenido que optar por resarcir su falta, señalada por Proview, y pagar 60 millones de dólares. Dado que ambas partes han quedado satisfechas, Apple puede volver a vender su iPad en China, nación donde estos dispositivos tienen una demanda increíble por ser no solo un aparato funcional, sino un símbolo de estatus que podría rebasar al que vemos en occidente.

Referencias: Big Story, The New York Times y Phone Arena