De acuerdo con un reporte proveniente de The New York Times, los ingenieros de Apple ya han comenzado a desarrollar nuevas medidas de seguridad que harían imposible al gobierno acceder a la información de un iPhone usando métodos similares a los actuales en la batalla legal que se está llevando a cabo en California.
De acuerdo a expertos en la materia, si Apple logra tener éxito en mejorar su seguridad, la compañía podría crear un reto técnico importante para las agencias del gobierno, incluso si el de Obama logra ganar la batalla para acceder a la información almacenada en el iPhone utilizado por uno de los responsables en el tiroteo de San Bernardino.
De este modo, el FBI tendría que encontrar otra manera de vencer la seguridad de Apple, lo que establecería un nuevo ciclo de batallas legales y nuevos arreglos técnicos por parte de la compañía de la manzana.
La única manera de finalmente acabar con estos ciclos, sería que el Congreso se involucrara. Las leyes federales requieren que las compañías de telefonía tradicionales hagan sus datos accesibles a los organismos encargados de hacer cumplir la ley. Sin embargo, las empresas de tecnología como Apple y Google no están cubiertas, y se han resistido firmemente a la legislación que impondría requisitos similares sobre ellos.
Las empresas siempre han buscado errores de software y parcheado agujeros para mantener protegido su código de seguridad de los piratas informáticos. Pero desde las revelaciones de la vigilancia gubernamental hechas por Edward J. Snowden, las compañías han refabricado sus productos para protegerlos de la intrusión del gobierno.
Apple desarrolló sus más recientes versiones del sistema operativo iOS para proteger la información del cliente. Como su director general, Tim Cook, escribió en una carta a los consumidores, la compañía incluso hizo que los datos de los consumidores estén fuera de su propio alcance, ya que cree que el contenido de su iPhone no es de su incumbencia.
Sin embargo, hay un detalle importante. Cada iPhone tiene un sistema de resolución de problemas integrado que permite a Apple actualizar el software del sistema sin la necesidad de que el usuario introduzca una contraseña. La compañía diseñó esta característica para que sea más fácil reparar los teléfonos descompuestos.
En el caso de San Bernardino, el FBI quiere tomar ventaja de esta característica y forzar a Apple para instalar un nuevo software que elimine las medidas de seguridad, haciendo más fácil que el gobierno pueda acceder a su información. En este caso, se trata de un modelo antiguo de iPhone, aunque de acuerdo a expertos y a antiguos empleados de Apple, dicen que algo similar se puede aplicar para alterar el software en los modelos más recientes del smartphone.
Justo ésta es la vulnerabilidad que la compañía está intentando corregir. El siguiente paso del caso se llevará a cabo el 26 de febrero, cuando Apple presente su respuesta legal ante las demandas del FBI.
Referencia: The New York Times