La solución que se ha maquilado es la de ofrecer tres diferentes tipos de interfaz dentro de una sola plataforma, atendiendo a las categorías más populares. El mismo sistema operativo ahora se adaptará de forma diferente en pantallas de tabletas de 10 pulgadas, de otra en las de 7 pulgadas y lo mismo pasará con las pantallas de los smartphones, que van de las 5 pulgadas hacia abajo.
Con ello, la interfaz del usuario variará la forma como acomoda ciertos menús u otras características que se acoplen mejor en uno u otro tipo de pantalla. Las aplicaciones escritas para el operativo, por su parte, no se verán afectadas.
Un ejemplo de eso es lo que se ha visto en la Google Nexus 7, la tableta que se presentí durante el Google I/O días atrás. En ella se puede ver que la pantalla de 7 pulgadas usa la misma barra de notificaciones que se encuentra en los teléfonos Android, pero también incorpora diseños de paneles en las aplicaciones que se podrían encontrar en una tableta Android, es decir, en la versión de Jelly Bean para pantallas de 7 pulgadas convergen características ingeniosas de los otros dos tamaños de display.
En el lado de los desarrolladores, a quienes seguramente les causará mucho ruido esta noticia por el conocido problema de tener que lidiar con la creación de contenido para la vasta amplitud de tamaños de pantalla que tienen los aparatos con Android, la buena noticia es que no tendrán mayor complicación en desarrollar software para las tabletas de 7 pulgadas siempre y cuando utilicen las herramientas de diseño del Android SDK para hacer que una app se escale sin complicaciones.
Referencia: Computer World