Seguramente más de uno habrá notado que hay lugares como “malditos”, es decir, aquellos en donde se pone un negocio y falla, ponen otro más, que no necesariamente es del mismo giro y también fracasa. Parece que no importa qué clase de comercio se instale en un sitio en particular, éste parece jamás funcionar. Y si hablo de esto es porque sería interesante saber si Microsoft, con su nuevo navegador Edge, ha cambiado las cosas en lo que se refiere al uso de estas herramientas para sumergirse en la red de redes, o bien, sigue sin poder dar batalla a los navegadores que tienen el más alto índice de popularidad.
Por ejemplo, se ha acusado a Microsoft de tácticas poco éticas para promover la adopción de su nuevo navegador Edge a costa de otros. Sin embargo, incluso las últimas estadísticas revelan que muy poca gente usa Edge. Cuando se lanzó Windows 10 en julio, el CEO de Mozilla, Chris Beard, se quejó públicamente sobre la dificultad que se tenía para reemplazar a Edge como el navegador por omisión en esta novísima versión del sistema operativo de Microsoft. Entonces Mozilla se aplicó a resolver por su cuenta el problema y salió con Forefox 40, que incluye una manera de instalarse como el navegador por omisión en Windows 10.
Los números hablan por sí mismos. StatCounter revela que después del brinco inicial en los usuarios que empezaron a usar Edge en Windows 10, se llegó a tener hasta 20% de popularidad para finales de julio, pero a finales de agosto, esta ganancia se ha perdido y solamente el 14% usa Edge en Windows 10.
De acuerdo a NetMarketShare, Edge fue el navegador usado en agosto por el 2.03% de los usuarios de máquinas de escritorio en el mundo. Un valor mucho más optimista que el que muestra StatCounter, que fue de 0.86%. Muchos de los usuarios de Windows 10 prefieren usar otro navegador en lugar de Edge a pesar de que éste venga pre-instalado con el sistema operativo.
Da la impresión que Microsoft tiene el navegadore “maldito”, como el local que nunca tiene éxito, sin importar qué hagan los que ponen un negocio ahí. Pudiese ser que la inercia de los consumidores no sea tan fácil de cambiar y además, da la impresión que Microsoft tampoco ha hecho mucho ruido con Edge, pues ha puesto todas sus baterías a Windows 10 en general. Alguna razón debe haber. ¿Cuál se les ocurre a ustedes?
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