Alexa es sin duda el fiel acompañante y aliado para millones de usuarios en el mundo. Sin embargo, para los planes de negocio de Amazon, el popular asistente virtual parece no estar entregando los resultados esperados.
Y es que aunque, a decir de la empresa creada por Jeff Bezos, las interacciones de Alexa han aumentado en más del 30 por ciento en el último año, la unidad de dispositivos de Amazon, que incluye al asistente inteligente, ha tenido pérdidas operativas de más de 5 mil millones de dólares al año, lo que sin duda son malas noticias para el negocio.
Esta información, llega de la mano de un nuevo reporte firmado por The Wall Street Journal, medio que indica que como parte de una «importante» revisión para la reducción de costos encabezada por Andy Jassy, CEO de Amazon, la empresa parece estar evaluando qué tan bueno es seguir invirtiendo grandes cantidades de recursos al asistente.
Un dato para dar contexto no está de más. Un informe de 2019 encontró que los ingresos por habilidades de Alexa en los primeros 10 meses del año fueron de solo 1.4 millones de dólares , muy por debajo del objetivo de Amazon , en aquel momento, que marcaba la meta de 5.5 millones de dólares.
Ante el escenario, según el reconocido medio estadounidense, Amazon está investigando si debería «centrarse en tratar de agregar nuevas capacidades a Alexa».
No queda claro el significado de esta frase; sin embargo, no podemos perder de vista que todas las Big Tech, ante un panorama macroeconómico incierto han comenzado a recortar inversiones, empezando por grandes recortes de personal nunca antes vistos.
¿Qué pasará con Alexa?
Lo cierto es que en un mail enviado a una serie de medios, en voz de un portavoz, Amazon ha dicho:
«Somos más optimistas sobre el futuro de Alexa hoy que nunca, y sigue siendo un negocio importante y un área de inversión para Amazon”.
¿Tendremos nuevas funciones para Alexa?¿El asistente perderá actualizaciones?¿O simplemente menos manos harán el trabajo que disfrutamos los usuarios? Por ahora nada esta definido, y no queda más que esperar para conocer en qué medida estas decisiones administrativas afectarán nuestra experiencia como usuarios.