No existe duda que la alerta sísmica (por mucho pánico que pueda generarnos) se ha convertido en una útil herramienta para ponernos a salvo en medio de un sismo.
El nombre oficial de la alerta sísmica es Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX), misma que nació hacia 2005 como una iniciativa de los gobiernos de Oaxaca y la Ciudad de México en coordinación con la Secretaría de Gobernación, que buscaba integrar al Sistema de Alerta Sísmica de la Ciudad de México (SAS) y al Sistema de Alerta Sísmica para la Ciudad de Oaxaca (SASO).
Cinco años más tarde, el entonces gobierno del Distrito Federal actualizó el SAS para ampliar la cobertura sísmica a 64 estaciones sismo-sensoras para cubrir las regiones de Jalisco, Colima, Michoacán, Puebla, a la vez que complementó la red en Guerrero. Con esta inversión, la infraestructura alcanzó un total de 97 estaciones sismo-sensoras.
En la actualidad, los avisos de alerta se difunden mediante los altoparlantes del C5 y mediante la radio comercial AM y FM. El siguiente año se sumará un canal más de difusión que, sin duda, será de gran ayuda.
Y es que tal como adelantó esta mañana Laura Velázquez Alzúa, titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), será durante 2023 cuando la alerta sísmica comience a emitir sus avisos de emergencia a través de la telefonía celular.
Este movimiento ya se habría puesto sobre la mesa en meses pasados, aunque no se sabía cuánto tiempo tendría que pasar para que se concretará el proyecto.
La alerta sísmica llega a tu celular
Aunque existen algunas apps capaces de alertar a los usuarios en caso de un movimiento sísmico, la mayoría de estas plataformas requieren de una conexión estable a internet.
Con el avance propuesto por el gobierno, esto no será necesario. Cualquier usuario que cuente con un teléfono celular podrá recibir la alerta sísmica simplemente con tener el servicio de telefonía activado.
Esto es posible gracias a la tecnología Cell Broadcast, la cual ocupa la infraestructura de telecomunicaciones ya existente para mandar alertas directamente a los teléfonos de una área predeterminada. Lo único que se necesita para operar es un sistema GSM, a través de la cual pueden viajar hasta un total de 93 caracteres por mensaje, incluso mediante estándares 2G, 3G y LTE.
De esta manera se garantiza que las alertas lleguen a la población en tiempo y forma, sin depender de espectros de comunicación que, en situaciones de emergencia, suelen saturarse en minutos.
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