Hace unos meses la Unión Europea anunció que busca lanzar una propuesta para obligar a los fabricantes a ofrecer 5 años de actualizaciones en sus equipos vendidos en la región. Sin embargo, en Alemania quieren que este periodo se extienda a 7 años.
El argumento de la UE está fundamentado en que los teléfonos duran menos tiempo en funcionamiento en comparación con otros equipos electrónicos, y parte de este problema se debe a que los fabricantes no mantienen actualizados sus dispositivos, lo que a su vez obliga a los usuarios a cambiar de teléfono en poco tiempo y en consecuencia aumenta la basura electrónica.
En promedio, los teléfonos Android tienen un soporte de actualizaciones de 2 años, mientras que Samsung y Nokia suelen alcanzar hasta 3 años de actualizaciones en sus mejores equipos. Google también ofrece 3 años de actualizaciones garantizadas en todos sus teléfonos, y los rumores apuntan a que el Pixel 6 aumentará hasta los 5 años de soporte.
Los iPhone son los únicos teléfonos con 5 años de actualizaciones garantizadas, de hecho, este 2021 será la primera vez que un teléfono de Apple llegue a los 6 años de actualizaciones desde su lanzamiento.
Mucho tiempo actualizado, pero solo con parches de seguridad
Aunque el tiempo de actualizaciones antes mencionado corresponde a versiones de sistema operativo y parches de seguridad, en Alemania quieren que los 7 años sean obligatorios solo para las actualizaciones de seguridad y piezas de repuesto.
Lo anterior no significa que un teléfono recibirá 6 o 7 actualizaciones de sistema operativo, sino que por 7 años recibirá parches de seguridad que podrían entregarse por mes o por trimestre.
Por otro lado, los fabricantes no podrían negarse a reparar un teléfono con menos de 7 años en el mercado con la excusa de que no hay piezas disponibles para el dispositivo.
En lo que respecta a fabricantes Android, Samsung es el único que ha extendido a 4 años su periodo de actualizaciones de seguridad en equipos de gama alta. Sin embargo, obligar a los fabricantes a extender su periodo de actualizaciones marcaría un antes y un después en una industria que en 2020 logró distribuir más de 385 millones de teléfonos en todo el mundo.