Este 23 de junio se celebra el natalicio de Alan Turing, uno de los personajes más importante en la historia de la computación y que, con el tiempo, se ha convertido también en un ejemplo de lo nociva que puede ser la intolerancia.
Posiblemente conozcan un poco de la historia de Turing, mostrada en la película El Código Enigma.
En la Segunda Guerra Mundial, mientras los nazis invadían toda Europa, se intentó interceptar mensajes para librar los ataques enemigos. Sin embargo, los esfuerzos fueron inútiles ya que las comunicaciones estaban codificadas con una máquina llamada Enigma, la cual únicamente tenían los alemanes.
Decodificar estos mensajes de manera manual era una labor casi imposible, por lo que Alan Turing se unió a las investigaciones e ideó un dispositivo que logró el cometido mucho más rápido que cualquier persona.
El hallazgo ayudó a derrotar a los nazis, pero además de eso fue un parteaguas para la computación.
De hecho, en honor a este personaje existe un término en la computación llamado “Maquina de Turing”, que explica la lógica de cualquier algoritmo de cualquier computadora existente.
El futuro de Alan Turing parecía ser brillante, hasta que el gobierno inglés lo detuvo por el simple hecho de ser homosexual, lo que en esa época era considerado un delito.
Para evitar el encarcelamiento, se le impidió participar en los proyectos del gobierno y tuvo que aceptar una castración química, tratamiento que poco a poco acabaría con su vida.
Turing terminó por suicidarse a los 42 años, un 7 de junio de 1954.
Y aunque todavía tenía mucho por realizar, sus aportaciones pasaron a la historia porque logró generar toda una revolución tecnológica, al tiempo que se convirtió en un ejemplo del gran problema que es la intolerancia.
La tecnología y la inclusión de la comunidad LGBT ha evolucionado mucho en los últimos años, pero falta mucho todavía para convertirnos en una sociedad respetuosa y comprensiva. La tecnología y principalmente las redes sociales han aportado a la lucha de esta comunidad en la búsqueda de igualdad.
Fuente: BBC