La llegada de Donald Trump a la presidencia no solamente ha cambiado las relaciones con otros países, particularmente México, considerando que compartimos frontera. Pero también a nivel interno Trump ha hecho toda clase de desfiguros atacando a propios y extraños con cualquier pretexto. Por ejemplo, ahora una comisión estudiará el servicio postal de los Estados Unidos después de haberse girado una orden ejecutiva del presidente de ese país, quien en las últimas semanas ha criticado a Amazon y acusado de no pagar de forma suficiente los gastos de envío.
Hay que decir que la orden no menciona a Amazon por su nombre, pero Trump ha tuiteado que la compañía debería pagar más a la oficina postal por los paquetes que envía por este medio. “Solamente los tontos, o peor aún, aquellos que dicen que nuestro dinero perdido en la oficina de correos hace dinero con Amazon, ESTÁN PERDIENDO UNA FORTUNA, y esto debe cambiarse”, tuiteó Trump a principios de este mes.
Es evidente que el servicio postal estadounidense ha perdido dinero por años, pero el envío de paquetes siempre ha sido un punto brillante del sistema. Aún así, es bueno enterarse de lo que hace la orden ejecutiva y lo que debiese esperar Amazon:
Por una parte, la orden ejecutiva de Trump hace que una comisión pueda ver las finanzas de la oficina postal y los costos, incluyendo los precios en el mercado de envío de paquetes. Trump ha pedido a esta comisión, liderada por el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, que ofrezca las recomendaciones pertinentes y los posibles cambios. “La Oficina Postal de los Estados Unidos no es sustentable financieramente y debe ser reestructurada”, dice Trump en la orden mencionada.
Amazon, aunque no fue nombrada explícitamente por Trump, está de alguna manera implicada porque el presidente estadounidense quiere que la compañía pague más por los paquetes que envía. En un tuit el mes pasado, Trump escribió: “El fraude a la Oficina Postal debe detenerse. Amazon debe pagar los costos reales”.
Los detalles de lo que paga Amazon al servicio postal no son conocidos públicamente y tanto Amazon como el servicio postal no han hecho comentario alguno. Jay Carney, ejecutivo de Amazon, dijo esta semana -e un evento en la Universidad de Yale- abierto al público, que el contrato con el servicio postal es lucrativo para este organismo y que se revisa y se renueva cada año. Carney no quiso discutir lo que Trump dice indicando que “nos enfocamos en lo que hacemos en el día a día, en nuestros clientes, en las responsabilidades que tenemos”.
Pero es evidente desde hace años que el servicio postal estadounidense pierde dinero, al menos en la última década, lo que se estima en unos 65 mil millones de dólares, como indica la orden ejecutiva de Trump. En los años recientes, sus pérdidas se redujeron en “apenas” 2.7 mil millones de dólares. Sin embargo, pensar que es Amazon el culpable de esto es poco inteligente, por decir lo menos. El problema de las finanzas del servicio postal son las altas pensiones y los costos de salud de sus trabajadores, así como el decremento en las utilidades por cartas de primera clase y otros servicios. Las utilidades por empaques, que incluye las cajas de Amazon, son de un 12%, es decir, 19.5 mil millones de dólares (año fiscal 2017) comparado con el año anterior. Las utilidades por cartas de primera clase cayeron 7%, unos 25.6 mil millones. Es interesante saber que en un análisis del 2017 del Citygroup, se concluyó que el servicio postal, que no usa el dinero de los contribuyentes para sus operaciones, tenía tasas para empaques que están por debajo de los valores de mercado. Por otra parte, Amazon no ha dicho qué tanto usa el servicio postal, pues utiliza además UPS, FedEx y otros servicios de mensajería y paquetería.
Pero si la comisión investigadora decide que el servicio postal estadounidense debería subir sus cuotas en paquetes, esto probablemente no incidiría demasiado en Amazon, que bien podría usar otros servicios privados o bien seguir construyendo su propio servicio de paquetería, todo de acuerdo a un análisis de Wall Street. Dicho de otra manera, subir las cuotas afectaría a la Oficina Postal estadounidense.