La sonda Rosetta se lanzó en el 2004, en una misión que requería una planeación y precisión increíbles: la de aterrizar en un cometa. Después de una década en el espacio, la sonda fue «despertada» de su modo de hibernación el pasado enero. Ahora Rosetta ha encontrado su objetivo, el cual es un cometa que está a unos 5 millones de kilómetros de la nave. Sin embargo, es aún pronto para hacer que Rosetta tome las decisiones de a dónde moverse para encontrar al cometa en cuestión, pues el cometa está tan lejos que si medimos en pixeles, solamente lo define uno solo de ellos en las fotografías del espacio (y esto tomando fotos con grandes angulares, con exposición de 5 a 300 segundos).

Los datos, para llegar a la sonda, viajan 37 minutos a la velocidad de la luz. Cuando la nave toma fotografías, estas tardan en descargarse como una hora por imagen. «Ahora es el momento de actualizar el software de Rosetta», han dicho los científicos y como se encuentra a unos 655 millones de kilómetros de la Tierra, la operación de actualizar el sistema debe sr perfecta, sin posibilidades de error. «Cuando MIDAS (Micro-Imaging Dust Analysis System) se prendió por primera vez, arrancó en modo kérnel, el cual es el núcleo que maneja un conjunto robusto de operaciones básicas para comunicarse con la nave espacial y para y para las labores más complejas del sistema.

Desde el modo kérnel se pueden subir parches al software principal, verificar los contenidos actuales o incluso subir una nueva versión del software. El blog de la nave Rosetta lleva cuenta de las actualizaciones el software y de la misión, lo cual vale la pena echarle un vistazo. Se espera que la sonda llegue al cometa en agosto de este año e intente aterriza en el mismo para noviembre.

Referencias:

Rosetta (blog)