Ya han pasado varios meses desde que Activision Blizzard se encuentra en la mira luego de ser objeto de una serie de denuncias por abuso sexual y laboral.
La cuenta para la empresa ha comenzado a cobrar factura y parece haber llegado a un punto sin retorno en donde esta crisis de reputación podría poner en riesgo su relación con los grandes fabricantes de consolas.
Según Bloomberg news, el jefe de Xbox comentó en un email que está «perturbado y profundamente preocupado por los horribles eventos y acciones» en Activision Blizzard, haciendo referencia a las denuncias por violación a los derechos civiles y de equidad de las que, según un reportaje de The Wall Street Journal, Bobby Kotick, CEO de Activision Blizzard, supuestamente tenía total conocimiento y participación.
De igual manera, desde The Verge reportan que Jim Ryan, jefe de PlayStation, comentó lo siguiente en un memo dirigido al staff: «No creemos que sus declaraciones de respuesta aborden adecuadamente la situación».
El último en hacer eco al asunto ha sido Nintentendo,firma que en voz de Doug Bowser, presidente de Nintendo of America, dijo en un mail enviado a sus empleados:
«Junto con todos ustedes, he estado siguiendo los últimos acontecimiento alrededor de Activision Blizzard y los continuos informes de acoso sexual y toxicidad en la empresa. Encuentro estos relatos angustiantes y perturbadores. Van en contra de mis valores, así como de las creencias, valores y políticas de Nintendo».
La inútil solución de Activision
Ante la presión de la sociedad en general, gamers y grandes jugadores para Activision no ha quedado otro camino que responder, aunque esta vez parece haberlo hecho de una manera muy sútil y quizás, a estas alturas, inútil.
Como lo informan desde Kotaku, el desarrollador ha formado un «Comité de responsabilidad en el lugar de trabajo» mismo que tendrá como principal función ayudar a Activision a implementar programas e iniciativas contra el acoso y la discriminación.
Este comité estará formado por solo dos miembros, el presidente de la junta independiente Dawn Ostroff y Reveta Bowers quienes informaran a los ejecutivos clave de Activision sobre posibles áreas de oportunidad alrededor de este tema.
Ambos personajes trabajarán con un coordinador externo y un consultor luego del acuerdo de la empresa con la EEOC , pero no se menciona la participación del personal habitual de la empresa o de personas externas que no formaron parte de ese acuerdo judicial.
¿Funcionará?
Aunque esta solución podría ser útil como una medida preventiva, ahora con la polémica encima y cientos de voces exigiendo la renuncia de Kotic, la gran preocupación es que este nuevo comité en Activision sea más simbólico que funcional.
Así, este reducido comité deberá tomar medidas agresivas y contundentes que salven la reputación y el negocio de Activision, que ahora podría perder la confianza de los tres grandes en el mundo del gaming a causa de una respuesta lenta y sosa ante denuncias que p