En las últimas horas, una de las noticias que está generando toda clase de conversaciones fue el hackeo a los sistemas de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), el cual fue atribuible a un grupo de hackers denominado Guacamaya y que comprometió poco más de 6 TB de información.
Por ahora, derivado del hackeo, se han entregado algunos datos que podrían ser quizás los menos importantes si consideramos todo lo que se puede esconder en 6 TB de documentos. En realidad estamos frente a una filtración de escalas mayúsculas que vale la pena poner en perspectiva.
Empecemos por entender que 6 TB equivale a 6 mil GB. Para entenderlo en números mortales, esto equivaldría a cerca de 1 millón de fotografías promedio tomadas con una cámara de 12 MP, aproximadamente 3 mil horas de video en HD o unos 40 millones de páginas de documentos digitales sin comprimir.
En este sentido, hablamos de una gran cantidad de información que durante los días siguientes podría dar mucho de qué hablar.
El tema no es menor y habla de una importante brecha de ciberseguridad dentro de las filas del gobierno mexicano.
Las estrategias preventivas son cuestionadas, pero más aún aquellas relacionadas con la detección y reacción de un ataque si consideramos que a una velocidad de 1 GB/s de descarga, el robo de los ahora afamados 6 TB se realizó en cerca de 1 hora 50 min. Casi dos horas de tráfico inusual no pudo se detectado por la Sedena.
Sedena, 6 TB y un problema de ciberseguridad
Para hacerlo más entendible, en México el promedio de descarga es de 20 Mbps, lo que significa que descargar 6 TB nos llevaría un promedio de 716 horas, es decir, cerca de un mes.
El país deja en evidencia un grave problema de seguridad cibernética. En contexto, cabe mencionar que cuando se revelaron los Panama Papers el total de datos filtrados alcanzó 2.6 TB.
Atender el asunto es cuestión crítica si consideramos que el mundo digital se ha convertido en el siguiente frente de batalla en momentos de tensión política y social interna o externa.
No solo es Sedena. México parece estar desprotegido ante este nuevo desafío. Tan solo durante 2021, se registraron 289 mil millones de intentos de ciberataques en América Latina, en donde México se ubicó como el país más afectado al acumular el 53.9 por ciento del total de los intentos, según datos de Fortinet.