Estoy segura que a todos nos ha pasado, al menos una vez. Escribes un mensaje en Twitter o algún comentario en un sitio de Internet y de repente, descubres una respuesta: alguien está en tu contra –es normal, no tienes que agradarle a todo el mundo- pero también cree que eres lo peor que le ha pasado a la humanidad y no se cansará de decírtelo de las peores formas. Pues bien, esa persona que está detrás de una computadora, smartphone o tableta, al pendiente de lo que dices para tirarte la primera piedra virtual, es lo que hoy llamamos ‘troll’ y tiene una misión: hacerte rabiar.Seguramente has escuchado la frase en inglés: Don’t feed the troll (no alimentes al troll), ésta es la regla número uno para alejarlo. Si te ataca y respondes, caes en su juego y ya perdiste. Pero, ¿de donde viene el concepto?
El Diccionario de la Lengua Española, dice que un trol, es un “ser sobrenatural” (no hay porque sentirse halagado pues se refiere al de la mitología escandinava), es decir aquel “monstruo maligno que habita en bosques o grutas” aunque en nuestros días también se pasea por Internet en foros, Twitter, Facebook, Instagram y blogs, entre muchos otros espacios virtuales.
El concepto de troll surgió a principios de los 90 en los comentarios del Sistema de Boletín Electrónico (BBS), donde apenas se empezaban a notar las quejas o ataques contra una persona o sus ideas, algo muy común en la época de redes sociales donde abundan los mensajes, imágenes o videos ofensivos contra los deportes, religión, cultura, entretenimiento y sexualidad, por mencionar algunos ejemplos.
Psicológicamente, “es alguien que construye su identidad con el deseo de pertenecer a un grupo, incluso comunicando intenciones pseudo-sinceras, pero cuya verdadera intención es causar trastorno y/o disparar o agravar conflictos para su propia diversión”, esto es lo que concluyó la profesora de la Universidad Central de Lancashire, Claire Hardaker, quien durante 9 años estudió más de 172 millones de palabras en los comentarios no moderados que se publicaron en un foro de caballos. (¡Imagínate lo que hubiera encontrado en Twitter con #yosoy132 #juayderito #chistesdeninel o #soyprole!).
Lo impresionante es que según un estudio de la consultora Imperium, pueden atacar a un usuario o comunidades en línea publicando entre 100 y 300 comentarios al día (¡válgame!) y en su momento más activo ¡2,000 comentarios en un día! (¡válgame Dios!).
En mi opinión detectar un troll es muy simple: si te molesta es un troll, si te hace sentir mal, te produce enojo, te ofende…en pocas palabras alguien que te ataca virtualmente (también físicamente pero quedémonos en Internet). Sin embargo, hay varios tipos de troll y eso es lo primero que tendrías que verificar. Estos son algunos que yo me he encontrado, principalmente en mi Twitter y los etiqueté de la siguiente forma.
5 tipos de troll
-El sabelotodo
Le encanta compartir su “conocimiento” pues es doctor, artista, historiador, deportista, astrónomo…y la lista sigue creciendo. Eso sí, siempre (cree que) tiene la razón.
No le importa de lo que estás hablando, lo importante es que sepas escribir y ¡Ahí de ti si ce te ba un error de dedo! (Ninel Conde conoce a varios de éstos).
-Pitufo Gruñón
El que odia a todos y a todo. Y todo lo que digas será odiado por él.
–El intenso
Seguirá cada uno de tus movimientos y se dedicará a buscar los errores que has dicho. No podrás debatir sus ataques pues buscará la manera de refutarlos. Imposible negociar con él.
– El Spoiler
Es aquel que lo estropea todo: el final de una película, serie de televisión, videojuegos o libros. Se le dice así por la palabra en inglés spoil (estropear) y siempre buscará como arruinarte algo.
Estos son algunos de los muchos tipos de trolls que se pueden encontrar en Internet. La regla número uno para alejarlos es no hacerles caso pero próximamente te diré cuáles son los motivos de un troll para atacar a las personas y cómo puedes evitarlos a toda costa. Mientras tanto, me gustaría que me dijeras si te han ‘troleado’ o si conoces otros tipos de troll que debería agregar a la lista. ¡Espero tus comentarios!