El correo electrónico, todo el mundo lo odia, pero la mayoría de nosotros lo usamos para comunicarnos con nuestros conocidos y con personas relacionadas con nuestro trabajo, por lo que es vital para generar lluvias de ideas, cerrar negocios, organizar eventos y formar nuevas amistades y alianzas.
Algo que utilizamos mucho en el correo electrónico son frases pasivo-agresivas que, en muchas ocasiones, sólo las colocamos como tradición o de forma respetuosa. Pero ¿qué significan en realidad? Aquí te dejamos algunos ejemplos, los cuales seguro te servirán a la próxima vez que escribas un correo y que pensarás dos veces si usarlas o no.
1. “Espero que estés bien”
La idea detrás de esta frase es expresar educación, pero en realidad se ve como una real preocupación de que tu potencial cliente vea con buenos ojos lo que estás a punto de proponer. A menos que seas en verdad amigo de esa persona, ese tipo de frases suenan falsas.
2. “Te escribo porque…»
Esta frase sólo es un cúmulo de palabras desperdiciadas y, además, es una obviedad, porque la otra persona ya sabe que estás escribiendo con algún propósito. En vez de eso, lo ideal es ir directamente al punto.
3. “Me gustaría saber si estás interesado”
En verdad, aunque suene feo, a los clientes no les importa lo que tú quieres. Este tipo de frases que priorizan tus deseos y necesidades dejan de lado lo que puedes hacer por el cliente; es decir, sus deseos y necesidades.
4. “Por favor no dudes en llamarme a…”
Esta frase suena pretenciosa. Es como si dijeras que siempre estás muy ocupado, pero como se trata del cliente que sí quieres que te contacte, te tomarás la molestia de aceptar su llamada.
5. “¿Qué tal está tu agenda la siguiente semana?”
Decir esto es inapropiado. Lo más que puedes esperar (al menos en un primer correo) es que el cliente responda tu correo, con el cual se pueda continuar la conversación y en la posibilidad de reunirse y/o tener una conversación telefónica.
6. “Espero tu pronta respuesta”
Esta frase suena como una orden; además elimina toda posibilidad de que el cliente te llame (si es que tiene la intención) porque, de cualquier modo, sabe que te urge y que tú le vas a hablar, así que ¿para qué molestarse?
7. “Te garantizamos el precio más bajo”
Los clientes son hábiles para detectar falsedades. ¿Qué garantía formal le vamos a mostrar sin tener algo sólido que enseñar el día que nos la soliciten? Además de que estás obligando al cliente a pensar en números y no en calidad. Una mala idea.
8. “Te hacemos un estimado, sin compromisos”
El cliente sabe que si acepta tu propuesta va a tener que estar obligado a aceptar escucharte en todo lo que tienes que ofrecer en tu venta. El cliente no quiere verse forzado en estas situaciones, aunque se repita el “sin compromiso” un sinnúmero de veces.
9. “No te quitaré mucho tiempo, sólo déjame explicarte que…”
Todos los clientes saben que sí te tomará un tiempo platicar la oferta que les tienes preparada. Un vendedor confía en su producto y sabe venderlo sin intermediarios de tiempo o circunstancias.
10. “Para más información, has click en este link”
Si ya se tomó el tiempo para revisar tu correo y dedicarle el tiempo necesario para darse cuenta de qué se trata, ¿por qué lo tienes que llevar a otro lado si ya has captado su atención?