La tecnología ha traído muchos beneficios, como el avance de la ciencia o las mejoras en comunicación. El detalle es que así como ahora tenemos cosas muy útiles y convenientes, también tenemos nuevas angustias que nuestros antepasados no tuvieron que padecer.
Me di a la tarea de enumerar los 10 problemas más comunes que enfrentamos a causa de la tecnología. ¿Cuál crees que es el peor de todos? ¿Cuál agregarías?
1. Quedarse sin batería.
El horror. A partir de que la batería del teléfono o de cualquier cosa está a menos del 40% de su capacidad, comienza la angustia. Y qué decir de la preocupación por sentarse cerca de algún contacto para cargar el móvil o la de cargar la batería de la batería.
2. Perder archivos.
Ya tenemos la nube, pero de todas formas sucede: un disco duro puede «morir» en cualquier momento sin previo aviso y, con él, todos nuestros archivos e información.
3. Mala conexión.
Cuando la conexión a Internet falla, Netflix falla, la conexión de la consola falla, la comunicación falla, la productividad falla. Todo falla.
4. Dispositivos que se traban.
Ya sea porque la tecnología está hecha para no durar demasiado o porque simplemente no funciona bien, que un dispositivo se trabe es uno de los episodios de la vida más frustrantes que pueden suceder en nuestro tiempo.
5. Quedarse en «visto» en WhatsApp.
Las palomitas azules de WhatsApp indican que el mensaje fue recibido y leído, pero por alguna razón, no ha sido respondido. ¿¡Por qué!? ¿¡Qué está pasando!? Esa función de WhatsApp es quizá uno de los más grandes terrores del mundo digital.
6. La absurda cantidad de contraseñas que hay que recordar.
¿Tenía mayúsculas y números o no? ¿Quién puede recordar contraseñas para tantos servicios y además cambiarlas cada tanto para evitar ser hackeado? Qué fastidio.
7. Llegar a los lugares sin mapa.
Qué angustia ir a un lugar sin la ayuda de Google Maps o Waze o los Mapas de Apple, sin saber cuál es la mejor ruta, sin conocer un tiempo estimado de trayecto, sin certeza de nada.
8. Los spoilers.
La mitad de la comunidad de Internet los odia, la otra mitad los crea. Ni mi abuela, ni mi bisabuela, ni mi tatarabuela padecieron algo así, estoy segura.
9. Las cosas ficticias que suceden en el mundo digital.
Angustia total. Como cuando Jon Snow murió (si lo consideran un spoiler viven muy en el pasado), o no encontrar pokemones, o no tener vidas suficientes en un videojuego.
10. Tener que llamar por teléfono porque «algo» no puede ser resuelto por Internet.
Pocas cosas desquician tanto a esta generación como hablar por teléfono o, peor, tener que acudir a una oficina gubernamental y todo porque la solución tecnológica (sitio web o app o contacto en redes sociales) simplemente no funciona.