Sin embargo, la tienda de Windows 8 es malísima. Olvídense si es poco intuitiva en su manejo. Eso sería el menor de los problemas. La gran dificultad es que hay todo tipo de apps que son fraudulentas o que simplemente no hacen lo que supuestamente deberían hacer. Algunas apps cuestan dinero, otras no. El sitio de la tienda indica que el software no es de fuentes oficiales, por lo que es muy probable que sean programas maliciosos o fraudulentos. Por ejemplo, ponen una versión “gratuita” de Firefox, la cual cuando se instala, se enlaza una ventana simple a un sitio web de shareware
Y el problema va más allá a una app como la mencionada. Por ejemplo, si buscamos “Firefox”, nos regresa una app llamada “Install-Mozilla” por 1.49 dólres y una app, por 1.99 dólares llamada “MozillaFirefoxBrowserPC”. Y aunque la app “Fast Browser” hace dinero de sus anuncios, los desarrolladores de estas aplicaciones buscan hacerse de recursos con el duro trabajo de terceros (en este caso, Mozilla). Muchas apps tienen este comportamiento parecido: 7-zip, Google Chrome, Opera, Adobe Flash, Spotify, uTorrent, Blender, KMPlayer y Winamp. Ah, también iTunes, que tiene doce “apps” que se suponen instalan este programa de Apple o hacen cosas con él.
La cuestión es que un modelo como el de una tienda virtual requiere de trabajo para mantenerlo funcionando adecuadamente. Da la impresión que Microsoft entró en este negocio de las tiendas de apps virtuales quizás por moda y lo armó, para acto seguido, olvidarse del mismo. No parece preocuparles el tipo de apps que por ahí se encuentran y esto es un mal síntoma, al menos para una tienda de apps de Windows 8.
Referencias: