En los últimos meses Google Glass parecía ser el siguiente gran gadget y ya había quien imaginaba comunidades enteras usando este tipo de dispositivos. Sin embargo, todo este empuje inicial parece que se ha venido abajo. Después de dos años de la promesa de Google Glass como el “siguiente gadget”, pareciera que el proyecto se cancelará pues ha enfrentado una serie de contratiempos.
Por ejemplo, quizás no es tan atractivo usarlos como se pensaba en un principio o bien, la invasión de la privacidad es lo que podría dar al traste con la idea de Google. Otro problema es el costo, que en los prototipos es de 1500 dólares (aunque claro, se supone que este precio iba a ser menor cuando el sistema se popularizara). Sin importar cuál sea la razón que está poniendo al proyecto en un estado de cancelación inminente, es evidente que Google debería hacer algo si no quiere que ocurra esto, pues sin duda ya está perdiendo clientes potenciales.
Por ejemplo, de 16 programadores de apps para Glass, nueve han dicho que han dejado de trabajar en este proyecto o de plano lo han abandonado. La razón para ello es la falta de clientes o las limitaciones del dispositivo. Tres más han cambiado a desarrollos para negocios, dejando de trabajar los proyectos para el consumidor. No obstante, hay quienes confían en el futuro del dispositivo. Hay unas 100 apps en el sitio oficial aunque uno de las empresas desarrolladoras más importantes se ha salido del tema.
Tom Frencel, CEO de Little Guy Games, ha dicho: “Si hubiese 200 millones de Glass vendidos, todo estaría en una perspectiva diferente. No hay mercado en este momento”. Los proyectos de estas empresa para Glass se han detenido y ahora buscan entrar en alguna alternativa, como el Oculus Rift. Sin embargo, tampoco parece ser que este mercado vaya a tener millones de usuarios o al menos no se ve todavía demasiado entusiasmo por esta plataforma. Para colmo, algunos empleados claves de Google que trabajaban en el proyecto Glass se han ido de la compañía en los últimos seis meses, incluyendo el líder del desarrollo, Babak Parviz, el ingeniero en jefe Adrian Wong y Ossama Alami, director de relaciones en el desarrollo.
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