Se tomó su tiempo, pero Microsoft regresa con una nueva versión de su conocida y muy usada suite ofimática, Microsoft Office, la cual después de 3 años de su ultima versión, llegará a mediados de 2018, con el nombre oficial de Office 2019.
Aunque la noticia tal vez no sea relevante para muchos, la decisión tomada por Microsoft es un claro reflejo del interés por parte de la compañía por llegar al mayor número de usuarios posible, debido a su búsqueda por recuperar a los usuarios que no consideran necesario una suscripción mensual, además de atender a los que continúan esperando una merecida actualización de Office 2016, pero sin tener que pagar anualmente para aprovecharla.
Por otro lado, la compañía reconoce que también existe un número importante de usuarios que aunque gustan de su plataforma ofimática, no aprovechan realmente el uso de la nube, por lo que buscan brindarles una herramienta que sea la mejor solución pero de manera local.
Dentro de las características que llegarán a Office 2019 encontramos como la incorporación de la función del stylus, al integrar el uso de distintas tintas, respuestas de sensibilidad y efectos de inclinación en Word, también nuevas formulas y gráficos que permitan un mejor análisis en Excel y finalmente nuevas opciones y animaciones dentro de PowerPoint.
¿Al final quién gana con esta decisión?
Sin duda, tanto el usuario final como Microsoft resultan ganadores, el usuario porque no se encuentra obligado a estar atado a una suscripción anual, y poder realizar un único pago por una suite bastante completa. Y en segundo lugar Microsoft al recuperar una buena parte de usuarios, quienes comenzaron a utilizar otras opciones con precios más atractivos o totalmente gratuitas, incentivándolos con una suite completa de pago único pero manteniendo todas las características —a excepción del acceso a la nube, claro—
Por lo pronto, nos queda ver el precio, número de licencias disponibles por compra y si estas podrán aplicar a tabletas o smartphones, una estrategia que tendrá que pensar muy bien el gigante de Redmond, ya que ahora hay mucho más competencia comenzando por Apple y Google hasta pequeñas soluciones disfrazadas de aplicaciones por parte de nuevos desarrolladores.