Apple fue sin duda un innovador cuando sacó su teléfono, el iPhone, que fue un éxito inmediato. Es claro que la tecnología de la empresa de la manzana no podría mantenerse fuera de lo que las otras compañías estarían ya haciendo, pero el que pega primero pega dos veces, dicen, y ése fue el caso con la salida del iPhone y más adelante con el iPad, la primera tablet que tenía el mismo sistema del iPhone, el que conocemos con iOS, y que demostró ser robusto y muy ágil para ser usado.
Si analizamos la línea de tiempo del iPhone contra los otros teléfonos, veremos cómo se fueron dejando los teclados físicos para impulsar los virtuales. Habríamos de ver que las pantallas capacitivas cobrarían relevancia y se volverían mucho más populares que las resistivas, pues estas últimas requerían de una plumita de plástico, “stylus”. Más aún, los teléfonos empezaron todos a copiar la interfaz del usuario de iOS y con Android hallaron un sistema operativo gratuito, el cual “daba el ancho” para decirlo coloquialmente, y que poco a poco, empezaría a ganar terreno. Sin embargo, sin importar qué sistema operativo alternativo al iOS usara la competencia, todos los teléfonos, o casi todos, adquirieron el mismo “look & feel” que el iPhone.
El iPad, en su momento, fue un parteaguas y se abrió una nueva etapa en el cómputo móvil. Sin embargo, el iPad es un iPhone con gigantismo y sin la parte de telefonía. Apple sabe su negocio y halló que una mejor pantalla, más grande, con iOS, daba la suficiente versatilidad para tener estos novísimos dispositivos, llamados tablets, que se volverían comunes con el tiempo.
Por un espacio de un par de años el iPad no tuvo competencia. Pero poco a poco empezaron a salir tablets chinas, otras de marca como HP, por ejemplo, y de pronto el iPad no estaba solo. Ahora con Android de nuevo, la competencia de Apple había sacado dispositivos móviles que competían contra lo que podía hacer la manzana. Hoy por hoy se ven muchas tablets con Android y de nuevo, superan en cantidad a Apple, al igual que en la telefonía. Apple parece no importarles eso, pues saben que cuentan con un conjunto de clientes cautivos que les comprarán todo lo que saquen a la venta.
Ahora, para el 16 de octubre, como se ha informado aquí, en unocero, parece que Apple presentará su nueva línea de iPads. Probablemente sean más rápidos, tengan pantallas más finas, más resistentes, etcétera, pero en esencia, cabe decirlo, será más pan con lo mismo. La pregunta es pues, ¿y la innovación, apá? ¿dónde quedó? Es claro que no se puede innovar todos los días y los nuevos dispositivos, la nueva tecnología, se va probando de muchas maneras hasta que de alguna forma, entra en el gusto del consumidor. Apple parece que lleva años haciendo iPods/iPhones/iPads y lo único que está haciendo es reinventar sus mismos juguetes.
Alvin Toeffler, en su famoso libro “El Shock del Futuro”, indica puntos interesantes de esta época que vivimos:
- Muchos bienes se han convertido en objetos desechables, ya que el coste de la reparación o su limpieza es mayor que el coste de un objeto nuevo debido a la producción en masa.
- El diseño de los bienes caduca rápidamente: aparece una segunda generación de ordenadores antes del final de la vida útil esperada de la primera generación. Es además posible alquilar casi cualquier cosa, lo que elimina la necesidad de posesión. El cambio constante en el mercado también supone un reto para el ámbito del marketing, debido a objetivos cambiantes.
Y en este segundo punto podemos detenernos y observar que en la industria del cómputo en general se ve esto. La cuestión es seguir sacando nuevos productos, aunque simplemente sean muchas veces mejoras menores, porque hay que seguir vendiendo en esta maquinaria que parece nadie la puede detener.
Apple podrá esta vez sacar ahora un iPad de un tamaño X nuevo con respecto a los anteriores, pero está quemando sus cartuchos con supuestas “innovaciones” que no son más que pan con lo mismo. ¿Hasta cuando Apple se dará cuenta que no puede seguir haciendo esto?