Hace muchos años, cuando el servicio de televisión de paga no estaba digitalizado y llegaba por un cable coaxial, era muy simple pagar por una tele y poder tener la señal en otra. Se le ponía un conector en “Y” y listo. Se tendía el segundo cable hasta donde estaba la otra televisión. Así de simple. ¿Qué culpa tiene de esto el que fabrica los conectores tipo “Y”? Nada.
Después vino la “codificación” y las empresas de cable comenzaron a instalar las famosas “cajas decodificadoras” que servían, básicamente, para que no pudieras robarte la señal si no pagabas y restringir el acceso a ciertos canales de acuerdo al plan contratado. Por supuesto surgieron de “quién sabe dónde” los que te vendían las cajas “abiertas”, es decir, con acceso a todos los canales sin tener que pagar. ¿Qué culpa tuvo el que fabrica las cajas? Ninguna.
El tiempo pasó, llegó Internet a nuestra vida y ahora tenemos nuevas “cajas” conectadas a la red, que originalmente fueron diseñadas para poder disfrutar de contenidos. El famoso “Apple TV” es un ejemplo de estas “cajas”. Por supuesto hay muchas otras e, inclusive, las nuevas televisiones de un par de años para acá, las llamadas “inteligentes”, digamos que tienen las funciones de la caja dentro del aparato.
Una de estas, que se llama “Roku” llegó a México oficialmente hace un par de años. La verdad es que comprar uno de estos equipos, así como el Apple TV, por ejemplo, solo es el comienzo de seguir pagando más suscripciones a “canales” para poder disfrutar de más variedad. Claro, en todas se puede ver YouTube sin pagar, por ejemplo, pero para ver Netflix, ya sea en una nueva “televisión inteligente” o en cualquiera de las cajas, hay que pagar la suscripción.
Por otro lado, las señales de televisión se pueden ver desde hace mucho tiempo en la computadora. A través de software especializado, algo de conocimientos técnicos y mucha paciencia, se pueden “sintonizar” canales que generalmente cuestan o que, de plano, no están disponibles en nuestra geografía. Alguna vez me puse a instalar todo el asunto y, sí, logré ver señales de muchas partes del mundo y de repente algo de contenidos “Premium” como HBO, etc. También desde el celular (Android) basta bajar una simple app y puedes ver “todo”.
Entonces, ¿cuál es el asunto aquí con el fenómeno que genéricamente le dicen “Roku” pero que en realidad el fabricante no es el responsable directo? Ahhh, pues que algunos vivales venden la suscripción al servicio pirata de televisión. Para probar, contraté una cuenta con uno de ellos, pagué en el súper 200 pesos por 30 días de servicio. Escuchaba tanto “es una maravilla”, “tienes todo” que tuve que experimentar para conocer. Después de completar el proceso de pago, registro, instalación y demás, por fin apareció en la lista de “apps” de Roku la del servicio pirata. Y sí, acceso a películas, series y luego la lista de canales con señal en vivo.
Sin duda, “alguien” dentro de las empresas de cable facilitan la información o las direcciones IP de donde se puede “tomar la señal” a los “distribuidores” del servicio. Siento que es prácticamente imposible que un hacker, por más experimentado que sea, tenga acceso a esta información que debe estar demasiado protegida y cambiando todo el tiempo. Por supuesto hay muchos canales que se pueden ver libremente en cualquier computadora, la televisora los ofrece. Pero otros más que son Premium no. Por esos hay que pagar.
Entonces, ¿qué pasa con el “Roku”? Pues que miles de personas están pagando dinero por un servicio pirata, que obviamente saben que es pirata pero que se “hacen de la vista gorda”, “es que está buenísimo, mira, me dan soporte por el WhatsApp, a cualquier hora”. Claro, en mi prueba de campo el “sistema” dejó de funcionar (cambiaron seguramente las direcciones IP o algo) y cuando me quejé me dijeron “a ver, mande su comprobante de pago” y después “ah, ok, tiene que volver a bajar el programa”. Eso pasó a la semana. Nunca lo volví a encender hasta una semana después cuando volvió a fallar… ya ni hablé ni nada.
Entonces, ¿sirve de algo suspender la venta de las cajas Roku? De entrada parecería que sí, pero en realidad no sirve de gran cosa. ¿Por qué? Porque hoy se llama Roku, mañana Pixi, pasado mañana Noni y así habrá decenas de cajas que servirán para lo mismo, obtener de forma ilegal y sin el pago correspondiente una señal de televisión restringida.
¿Qué esperaban que hicieran los dueños de los derechos? Sí, Televisa con su Ritmosón y Telehit, que son mencionados en los artículos, ¿qué se quedaran cruzados de brazos? No, obviamente. Son grandes y poderosas empresas con los recursos suficientes para aguantar batallas legales durante meses. Yo creo que de nada sirve dejar de vender los Roku, pues siempre habrá más opciones similares. Dentro de esas empresas (en México y obviamente de Estados Unidos) ¿cómo estarán los controles internos y por qué hay fuga de información? Ahí sí quien sabe, pero ese asunto sólo les compete a ellos.
¿Qué les queda a los “clientes” de Roku? Es posible que no pase nada y todo siga igual. Hasta que no descubran cómo las señales llegan misteriosamente a los servidores pirata, de nada sirve dejar de vender los conectores “Y” que mencionaba al principio. Siempre habrá otros disponibles en el mercado.