AVISO IMPORTANTE:
No introduzcan ninguna tarjeta de crédito ni de débito ni ninguna forma de pago, como PayPal en PlayStation Network. Si quieren comprar juegos, contenido digital o pagar la suscripción de PlayStation Plus, háganlo con tarjetas prepagadas. A todos los que en este momento tengan su tarjeta de crédito o débito relacionada con su cuenta de PlayStation Network, denla de baja de inmediato.
¿Por qué? Les voy a contar cómo Sony permitió que me robaran dinero y, además, mi cuenta de PlayStation Network.
El 7 de agosto de 2016, mi cuenta de PlayStation Network fue robada. Revisé mi e-mail por la mañana, como todos los días, y vi que me habían llegado tres mensajes de PlayStation Network y tres de PayPal. El primero de PSN se intitulaba “Cambio de ID de inicio de sesión”. Los otros dos tenían de asunto “Se han agregado fondos a su monedero”. Los mensajes de Pay Pal, dos, confirmaban, con el asunto “Recibo de pago a Sony Interactive Entertainment Network Americ LLC”. El tercero de Paypal se intitulaba “El acuerdo de facturación con Sony ha sido cancelado”.
La verdad, no abrí los mensajes. No puse mucha atención a la descripción del asunto, pues era domingo y no andaba de ánimo para ver mensajes de avisos de cobro. Asumí que sólo me avisaban que se había hecho un cargo automático por la renovación del servicio PlayStation Plus. Lo pagué, según recordaba, a finales de mayo, y sólo pagué tres meses.
“Seguro es la renovación automática… malditos… bueno, está bien, pues, ya”, pensé y seguí con mi domingo.
De hecho, mi intención era jugar Overwatch el domingo por la noche, como cada noche, pero preferí dormir temprano. En la mañana del lunes 8 de agosto, desperté muy temprano y decidí jugar una partida de Overwatch para ponerme al corriente.
Al prender el PS4, me di cuenta de que no había iniciado mi sesión a la PlayStation Network: “Claro, de eso eran los e-mails que me llegaron y que no leí… se me acabó el trimestre de PlayStation Network, me sacó de la sesión y tengo que volver a entrar… claro…”, pensé.
Traté de iniciar la sesión y ningún password daba resultado. En ese momento recordé el mensaje que me llegó por e-mail, aunque no entendía y empecé a sospechar que algo no andaba bien. “¿Se habrá cambiado el password por algún error en el mecanismo de seguridad con los cobros automáticos?”. Así que me metí a leer los mensajes que me habían llegado.
En un mail me informaba Sony que yo había cambiado la dirección de e-mail relacionada con mi PlayStation Network ID. Incluso decía que si yo no había solicitado el cambio, que me pusiera en contacto con el soporte técnico. Pero se me hizo raro. Efectivamente, yo no solicité el cambio de dirección de e-mail, pero lo que se me hizo más raro fue que, normalmente, en este tipo de servicios en línea, primero te llega un e-mail para confirmar la identidad, con una liga a la dirección donde se puede hacer el cambio.
En los otros dos mensajes de PlayStation, se detallaban dos cargos de 25 dólares cada uno. Otros dos mensajes de PayPal confirmaban esos cargos y, el tercer mensaje de PayPal, me avisaba que se había desligado mi cuenta de PayPal de la cuenta de PlayStation Network.
¿Cuál era mi situación, pues? Alguien había cambiado la dirección de correo electrónico relacionado con mi cuenta de PlayStation Network. Por supuesto, cuando traté de solicitar un cambio de password y me pedía mi e-mail, me llegaba el aviso de que mi e-mail no estaba registrado o relacionado con ninguna cuenta de PlayStation Network.
Sin embargo, mi cuenta de PlayStation Network sigue ahí afuera, funcionando, sólo que otra persona la está usando; abonó 50 dólares y luego desligó mi cuenta de PayPal. Es decir, mi PSN ID, densho_shinoda, podría seguir viéndose online, a menos que cambien el nombre (no sé si esto sea posible); esta persona podría hacerse pasar por mí y pedirle información a las personas de mi lista de amigos.
Debido a que nunca me había pasado esto con ningún servicio en línea, no estaba seguro qué estaba pasando ni qué debía hacer. Lo primero, por supuesto, fue tratar de ponerme en contacto con el soporte técnico de Sony, pero el soporte técnico todavía no estaba en servicio. Traté de hallar en la página algo que me diera aunque fuera una pista de qué estaba pasando, pero no, nada.
Por supuesto, al no encontrar un proceso para recuperar mi cuenta en la página de PlayStation, empecé a buscar en Google. Buscaba la noticia de “Gran hackeo a Sony ayer” o algo, pero no había exactamente eso. Sin embargo, sí logré encontrar varios casos similares al mío ocurridos justo el 7 de agosto de 2016. Pero no fue un hackeo masivo. Al parecer ocurre ocasionalmente, varias veces al año.
En varios foros de videojuegos o tecnología, y hasta en los mismos foros de PlayStation, se narra la misma historia: una persona trata de entrar a su cuenta de PSN y no puede. Se da cuenta, además, de que realizaron cargos a su tarjeta de crédito con compras en la PlayStation Store; lo común es que se abone dinero al monedero. Se abonan en cargos de 25 dólares; leí historias de que a uno le hicieron dos cargos de 25 dólares (como a mí), que a otro sólo un cargo y que a otro hasta cuatro cargos de 25 dólares. Alguien que monitoreó la actividad de su cuenta a través de sus amigos, confirmó que con el dinero abonado se habían comprado juegos.
Cuando alguien llega a plantear esta situación en los foros, las historias se desarrollan igual: la gente le sugiere a la víctima que se comunique con el soporte técnico de Sony, y la víctima va actualizando el tema. Y la cosa se pone fea. Los de soporte técnico le dicen a la victima que el cargo a la tarjeta de crédito fue revertido (es decir, que no se realizó), pero que como la compra fue “realizada” (pero con la tarjeta rechazada), alguien tiene que pagar. Y mientras no se pague esa deuda, nadie puede usar la cuenta. Entonces la víctima tiene que pagar la deuda para que en menos de 24 horas le devuelvan el dominio de la cuenta y se analizará si se realiza un reembolso o no.
¡La víctima tiene que pagar para que le devuelvan la cuenta que alguien más se robó!
El periodista Brad Bourque, del sitio Digital Trends, fue víctima del robo de su PlayStation Network ID y le pasó exactamente igual que a mí, pero el 14 de abril de 2016. Y su caso no se resolvió.
Sólo me quedaba esperar.
A diferencia de Bourque, yo tenía relacionada mi cuenta de PSN con mi cuenta de PayPal y pude prevenir que se hicieran más cargos al quitar mi tarjeta de débito. Sin embargo, leí otra historia donde una persona se quejaba porque Sony no le dio solución pues el número de su tarjeta de crédito estaba en la cuenta de PSN y no había forma de quitarlo, pues ya no tenía acceso. Supongo que ese problema se resuelve con el banco, pidiendo que se bloqueen los cargos hechos desde la cuenta de PSN.
Llegó la hora, pues, en la que empezó a funcionar el chat y me comuniqué con un asesor Julio. Después de plantearle el problema, ésto fue lo que me respondió:
De verdad, no sé cómo me recomiendan seguir en “Estado PLAY!” si me robaron mi cuenta, me hicieron un cargo de 50 dólares y al parecer tengo que pagarlos para que me la devuelvan.
La verdad, por un segundo, me dio la sensación de que era una estafa organizada por los mismos de Sony.
Qué raro que hayan respondido justo lo que le respondieron a Brad Bourque, como si ya hubieran tenido la respuesta preparada: “se compró el contenido, se obtuvo el contenido, pero el banco no aprobó la compra y no se hizo el cargo. Pero como el contenido sí se obtuvo, pues alguien tiene que pagarlo”. Y por eso, para recuperar la cuenta, hay que pagar.
Lo explicaré de otra manera: usted tiene membresía del Sam’s Club. Un día llega a comprar algo y resulta que su membresía no funciona. Va a servicio al cliente para ver por qué no funciona y resulta que alguien más usó la membresía, se metió al Sam’s Club y se robó cosas. Para recuperar la membresía, alguien tiene que pagar las cosas robadas.
Una solución simple es continuar con la vida, hablar con los bancos para bloquear los cobros hechos por la PlayStation Network, aprender de los errores cometidos por la ingenuidad de haberle creído a Sony cuando nos prometió proteger nuestra información y ya. Usar tarjetas prepagadas con una cuenta nueva y empezar desde cero.
Cuando consideré esta opción, recordé que justo estaba muy feliz porque el miércoles de la semana pasada había conseguido el skin de D. Va de los juegos olímpicos, de Overwatch. En ese momento tuve ganas de llorar. Sí, de verdad. Lágrimas de rabia.
¿Por qué? Porque Overwatch es uno de mis juegos favoritos y le había invertido ya más de 100 horas de juego. Pensar en empezar otra vez significa para mí tener que dedicarle al menos 20 horas de juego o más para poder tener nivel 25 y volver a jugar en el modo competitivo con mis amigos. Y para mí, el valor del dinero, o de los 50 dólares que me robaron, es insignificante en comparación con el valor que tiene mi tiempo.
No creo que esté exagerando ni creo que esté pidiendo la gran cosa. Sony tiene el historial de mi cuenta. Sabe el día exacto en el que se solicitó el cambio de correo electrónico. Sabe exactamente en qué consola se usó mi cuenta desde que la abrí hasta el día en que cambiaron la dirección de e-mail. Sony sabe perfectamente cuál era el e-mail antes del cambio.
Yo quiero mi cuenta de regreso. Le regalo los 50 dólares al pobre diablo que tiene que robar para vivir. No entiendo exactamente de qué sirve robarse una cuenta. Se me ocurre que las cuentas robadas y el contenido que se compra con dinero robado, después se venden en ebay como “Se vende cuenta de PSN con dos juegos incluidos” o algo así, no sé. Es lo único que se me ocurre.
Pero está bien, ya. Ni modo. Ya sé y ya entendí que Sony no tiene la tecnología suficiente para proteger las cuentas y que ayer me robaron la mía, me robaron 50 dólares y mañana puede ser la de cualquier otra persona. Ya me quedó claro y no importa, no hay problema. Ya sé que la solución está en pagar todo con tarjetas prepagadas. Bien.
Pero, ¿y mi cuenta? Sí, estoy dispuesto a pagar 50 dólares para recuperarla. Porque los archivos de mis juegos requieren cientos de horas que quizá, ya no quiera volver a invertir. Pero si Sony sabe que la cuenta era mía y que sus propias fallas tecnologías permitieron que me la robaran y que me robaran el dinero, ¿por qué me quiere cobrar por devolvérmela?
Ya contaré después si me la devolvieron o no, si pagué o no o si los ladrones ya vaciaron mi tarjeta de débito. Bueno, Si sucedió lo último tal vez no lo pueda contar porque me habré suicidado. Y en mi nota de suicidio culparé a Sony ya la PlayStation Network, por supuesto.