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Cómo construir una tablet con una Raspberry Pi

  Dense una vuelta por el centro de la ciudad, por las plazas de electrónica, y verán un sinfín de tablets, que se ofrecen con...

 

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Dense una vuelta por el centro de la ciudad, por las plazas de electrónica, y verán un sinfín de tablets, que se ofrecen con una variedad de precios que llega desde lo absolutamente barato hasta lo espantosamente costoso. Hemos visto, por ejemplo, tablets con Android, pero con una pantalla resistiva (que obliga a una plumita, llamada stylus, para poderla usar relativamente bien). Muchas son chinas, muy económicas pero con versiones ya viejas de Android que no pueden hacer uso de la tienda de apps, entre muchos otros defectos. Hay pues para todos los gustos y necesidades.

Hay quien pensó que la tarjeta Raspberry Pi podía ser parte de una tablet y puso manos a la obra. En el 2013 Michael Castor empezó a comprar los componentes de la tablet de sus sueños. La Pi corre con 5V de corriente directa, por lo que podría ser cargada con un dispositivo para celulares. Las pantallas táctiles que halló usaban 12V en su mayoría, haciendo el trabajo eléctrico más complejo. Después de investigar, Castor halló un monitor táctil con una entrada HDMI de 5V. La conectó de inmediato cuando la recibió y funcionó con la Pi sin problema alguno. Para hacer mejor aún las cosas, esta pantalla era capacitiva (como la del iPad, las tablets de HP, etcétera).

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Se acercaba una feria de electrónica y entonces Castor decidió apurar su invento. Durmiendo poco y con sesiones que terminaban a las 4 am, completo su PiPad un día antes de su vuelo a la feria. El proyecto distaba de estar perfectamente bien, pues había problemas con el USB y el puerto Ethernet. En el vuelo el PiPad llamó la atención de la aeromoza pero no por el diseño, sino por la película que estaba viendo en la misma.

La PiPad puede funcionar por unas seis horas y llama la atención por su “gabinete” de madera. Hay asuntos que resolver, pero la idea parece estupenda. Curiosamente el autor no indica el costo total de su PiPad, pero desde luego, debe ser mucho menor que una tablet de marca. Además, tiene la satisfacción de la conclusión de un proyecto interesante y bien hecho, ¿o no?

El autor de la tablet incluso tuvo la posibilidad de que Eben Upton, el creador de la Pi, le firmara la parte trasera de su tablet. A mí me parece que hay un negocio potencial con este proyecto, ¿o qué piensan los lectores binarios de unocero?

Referencias:

Makezine

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