Paso 1: Ten miedo, mucho miedo
La primera recomendación es que…patalees, sufras y sobre todo, ¡que no dejes que ese último archivo sin enviar se quede en la bandeja de salida! Lo que nos lleva al paso 2.
Paso 2: Busca tu contraseña de Hotmail
Sabes que la única solución a esto es ir a un servicio alternativo. Sí, eso significa que tendrás que recordar la contraseña de ese correo electrónico con dirección Hotmail o Yahoo! que no usas hace años y que seguramente luce parecido a esto: soy_elrey22@hotmail.com o chiquita_linda99@yahoo.com.
Paso 3: Regresa a lo básico
Si la vida ya no tiene remedio, es probable que tengas que utilizar algo más básico para comunicarte. Une dos latas con un hilo, haz señales de humo quemando los últimos reportes que tanto querías esconder o recurre a la siempre confiable paloma mensajera…
Paso 4: Relájate
Si ya no tienes nada más qué hacer (probablemente el que Gmail deje de funcionar sea razón suficiente para que te den el día), ¡dedícate a algo productivo! Puedes picarte los ojos, grabar a la mascota de la oficina – quien quiera que ésta sea – y subirla a Vine o ver nuestras divertidas galerías.
Paso 5: Interactúa
Ya que la interacción virtual está en pausa – y como seguramente estás sufriendo porque Google+ tampoco está funcionando – lo mejor que puedes hacer es redescubrir eso que solían llamar “interacción social”. Saluda a tu compañero, ve por la ventana, camina hasta la oficina de tu mejor amigo o lee un libro que no sea electrónico. ¡Al fin es viernes y puedes ser todo un rebelde!