Seguramente si estás leyendo esto te ha tocado ser “el experto” en todo tipo de temas tecnológicos. Hace apenas unos 10 años, el asunto de ser el que “sabía” de computadoras era más o menos simple. No había celulares –como hoy- y las opciones se limitaban a Windows o Apple. Más o menos la proporción era 9 a 1 en términos de plataformas y si dominabas más o menos los problemas comunes de Windows, podías contestarle todo a casi todos.

Recuerdo las preguntas … ¿cuál es el mejor antivirus? ¡prendo la máquina y no sale nada! ¿qué hago cuándo sale la pantalla azul?, etc. Esas eran las de cajón, más las típicas de “no me puedo conectar a Internet” … que se repetía constantemente. Hasta ahí todo normal. Es decir, eso de ser el que sabía de tecnología era un asunto reconfortante para los que nos gusta resolver problemas –tecnológicos- de terceros. En el núcleo familiar, de los amigos y de los compañeros de oficina, o tú eras o conocías al “conocedor”.

Recientemente acabo de pasar unos días de viaje con familia y amigos. ¡Ah como se han complicado las cosas con los smartphones!. Ahora las preguntas ya no son tan simples y siempre son diferentes. ¿Qué tipo de SIM usa mi Smartphone? Yo qué voy a saber. ¿Cómo le hago para respaldar esta foto en la nube? ¡No tengo idea! ¿Por qué no puedo usar WhatsApp? ¿Cómo sé cuántos megas he consumido?… ese tipo de preguntas se multiplican de forma escandalosa porque ahora tenemos una multitud de opciones para “dar soporte”. Están por supuesto las computadoras, pero se incluyen las tabletas y los celulares.

Ahí por familias están los de Apple, toda la gama de Android, uno que otro Windows Phone y uno que otro BlackBerry. Apple es muy constante con sus sistemas y si aprendes a usar una versión, las demás son más o menos iguales, por no decir que idénticas. Windows Phone y BlackBerry más o menos se defienden. El caos llega con Android, porque existen “variantes” del mismo operativo, donde destacan la de Samsung, LG, Sony, etc. y desde luego, el Android Puro. Saber exactamente en orden de los menús y las opciones de cada uno es una tarea titánica, porque además está el detalle del idioma.

Por deformación y por gusto siempre he usado tecnología en inglés. No sé, creo que le entiendo más porque nunca he tenido que traducir. Pero justo me pasó hace poco que me preguntaban algo sobre el roaming de datos y me tardé bastante en descubrir que “itinerancia de datos” es “activar roaming”. No es que sea experto en inglés ni que lo hable como lengua natal, de hecho me cuesta trabajo, pero siempre aprendí palabras como “roaming” sin tener que traducirlas y ahora hay que buscar más o menos de qué se trata. A veces encuentro las opciones no por la traducción, sino porque me acuerdo del orden en que aparecen dentro del menú.

Así las cosas, esto sólo tiende a empeorar. Y la verdad no me gusta no poder contestar o ayudar con cuestiones que parecen simples pero no lo son. “¿Por qué se acaba tan rápido la pila de mi celular?” es una pregunta compleja para una preocupación muy simple. Ya sabes, dependiendo del operativo, versión, sistema y demás, hay que revisar “n” cosas y además explicarle al dueño que las apps y los widgets y las cosas “en segundo plano” consumen batería.

No sé hasta dónde vamos a llegar. No sé si más adelante con tanta complicación y variante en sistemas y opciones los “arregla todo” desaparezcamos y comience la especialización… no lo creo pero igual y dentro de poco el desarrollo tecnológico nos obliga. ¿O qué opinas?