La rede 5G es la tecnología que promete hacer realidad para todos el acceso a automóviles autónomos, fábricas completamente automatizadas y aeropuertos inteligentes, entre otras maravillas. Pero muchos nos preguntamos: ¿Cuándo habrá 5g en México?
Países como Corea del Sur, Reino Unido, Suiza y Estados Unidos ya cuentan con redes de tecnología de quinta generación (5G) con fines comerciales y la mayoría de los fabricantes de dispositivos móviles (smartphones) ya han puesto en el mercado teléfonos capaces de soportar esta tecnología. Pero ¿qué pasa con esta nueva posibilidad en México?
¿Cuándo habrá 5G en México? y ¿qué se necesita?
Igual que vivimos la era del 2G, 3G y ahora, la del 4G, el 5G es el siguiente paso en la mejora de la velocidad de las redes digitales y en la disminución de los retrasos que se producen con el viaje de la información, la latencia, un concepto fundamental para los usuarios finales de internet: tú, yo, las empresas o el gobierno.
Así como con el 4G y con el 3G, la tecnología 5G se beneficia del uso de ciertas bandas del espectro radioeléctrico, las ondas que viajan alrededor de nosotros cargando la información que transmitimos.
En particular, las bandas de 600 Mhz y de 3.4 Ghz son las que han sido consideradas técnicamente las más propicias para la transmisión de información a la velocidad que prometen las redes 5G.
Para que los operadores de telecomunicaciones puedan transmitir información a través de estas, ondas deben contar con una concesión otorgada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que pone a subasta los derechos de explotación del espectro radioeléctrico entre las empresas de telecomunicaciones, que también tendrán que pagar al Estado mexicano una cuota anual por el uso de este espectro.
El IFT ya ha concedido el derecho a explotar algunas bandas para ser utilizadas en el despliegue de tecnología 5G, aunque de forma localizada y temporal, con fines experimentales.
No obstante, el instituto había adelantado, en 2018, que las bandas de 600 Mhz y 3.4 Ghz serían licitadas a finales de este 2020, con el fin de que los operadores de telecomunicaciones pudieran comenzar a ofrecer servicios con tecnología 5G de forma comercial.
Parece que esta posibilidad se va desvaneciendo poco a poco, sobre todo a causa de los efectos que ha ocasionado la pandemia de Covid-19 en las economías de todo el mundo.
La certidumbre de cuándo habrá 5G en México definitivamente ha disminuido. No sólo el regulador mexicano de las telecomunicaciones, el IFT, ha planteado la posibilidad de que la llamada subasta de espectro 5G sea aplazada por varios meses, hacia mediados del 2021; prácticamente todos los reguladores de América Latina piensan postergar la entrega de las bandas más propicias para el despliegue de las redes 5G.
La situación actual apremia la llegada de la red 5G
El escenario en materia de telecomunicaciones para los reguladores, las empresas y los usuarios ha cambiado de forma radical desde que inició la emergencia sanitaria provocada por los efectos del nuevo coronavirus SARS-CoV2.
Los nuevos hábitos de trabajo y educación desde casa y el uso intensivo de las redes que estos suponen obligan a los reguladores, al gobierno y a las empresas a replantear sus objetivos de inversión y regulación en materia de telecomunicaciones.
Además, la crisis económica y la reducción en los ingresos en las empresas que ofrecen estos servicios, las ha puesto a dudar sobre si es el momento adecuado para participar en una subasta de espectro, sobre todo si se considera que México está entre los países en donde el costo de este recurso es más elevado.
A esto se suma que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha propuesto al Congreso mexicano, como parte de su Paquete Económico 2021, un conjunto de modificaciones a las cuotas que los operadores de telecomunicaciones que tienen una concesión para explotar el espectro radioeléctrico deben pagar de forma anual.
Este aumento en el pago de derechos por las bandas no sólo puede reducir el interés de los operadores para invertir en más bandas que eventualmente pueden destinar a la tecnología 5G, también podría aumentar el precio que pagan los usuarios finales por los servicios de telecomunicaciones.
De acuerdo con un informe de la GSMA, la organización que agrupa a los operadores móviles de todo el mundo que promueven la adopción del estándar GSM, para el año 2034, las redes 5G aportarán 90,000 millones de dólares a la economía de la región de América Latina.
Por esta razón, la organización también ha recomendado que los gobiernos y los reguladores deberían evitar inflar los precios de las bandas de espectro destinadas al despliegue de redes 5G.
Aunque no se sabe si los legisladores mexicanos aprobarán estas modificaciones sobre los derechos del espectro radioeléctrico ni tampoco si el IFT pondrá a subasta las bandas que serán destinadas a la tecnología 5G en 2021, lo cierto es que, igual que pasó con las tecnologías 2G y 3G, que fueron gradualmente desplazadas por las redes 4G, la tecnología de quinta generación 5G tendrá un proceso de adopción gradual que al parecer durará varios años.