Hablar de cámaras de teléfonos implica sumergirse en un tema en el que hay opciones a la segura, como las de Apple y Samsung que cuestan sumas fuertes de dinero, y en el que también hay espacio para equipos que presumen características que se ven en gama alta sin ser agresivas con el bolsillo, como es el caso de vivo Y53s.
Hace unos días fuimos invitados a poner a prueba la cámara de vivo Y53s en un destino caracterizado por sus colores e iluminación: Parque Quetzalcoatl, en el Estado de México.
Encontrándonos en el invernadero se nos compartieron los detalles clave. Y53s es un equipo que recientemente llegó a México y que dentro de sus principales atractivos está una cámara trasera de 64 megapíxeles, acompañada de una bokeh de 2 megapíxeles y una macro también de 2 megapíxeles.
La cámara frontal tiene 16 megapíxeles y vivo hace énfasis en que cuenta con tecnología de algoritmo que ayuda a obtener buenas selfies incluso en la oscuridad.
Lo primero que hicimos fue poner a prueba el sistema de enfoque automático de ojos de la cámara frontal, diseñado para que un rostro se mantenga enfocado teniendo como referencia el ojo que el usuario elija, el izquierdo o el derecho. Pudimos constatar que, en efecto, la cámara se mantiene fija en la cara de la persona que está posando, a partir de lo que se haya elegido; sin embargo, debemos señalar que es una función a la que se tiene acceso no de manera inmediata, sino entrando a los ajustes, lo que puede traducirse en tiempo perdido al momento de sacar una foto.
Este apunte no es gratuito, pues la siguiente característica que pusimos a prueba fue la bokeh de 2 megapíxeles, traducida en el modo “Desenfocar” al que se tiene acceso desde una pestaña llamada “Lentes” que está directamente en la pantalla al activar la cámara, en la esquina inferior derecha del encuadre.
Más allá de la incomodidad de que no se haya colocado el enfoque de ojos a la mano, pudimos comprobar que el modo “Desenfocar” da la posibilidad de centrar el detalle en el objeto que se elija y difuminar el resto de la imagen, lo que a su vez abre la puerta a jugar con planos.
Los representantes de vivo dijeron que las imágenes tomadas bajo este modo pueden editarse posteriormente para cambiar el objeto enfocado, aunque esto no lo pudimos constatar.
El siguiente modo que probamos fue “Macro”, también a la mano dentro de la pestaña “Lentes”, y aquí debemos reconocer que quedamos sorprendidos, pues las imágenes que tomamos dieron cuenta del detalle que se puede captar de aquellos objetos que se coloquen a una distancia de aproximadamente 4 cm.
A pesar del poco tiempo que tuvimos para probar este modo, nos imaginamos que será uno de los preferidos de quienes suban naturaleza u objetos cercanos a Instagram.
La siguiente parada fue una cueva con minerales en exhibición, en donde la escasa luz se convirtió en el pretexto ideal para probar el modo nocturno.
Sobre este punto nuestras conclusiones son encontradas, pues las imágenes que se obtienen presumen colores realzados y altos contrastes y se prestan para experimentos interesantes, pero la intensidad de la luz que impacta a los objetos no puede ser mínima -como tanto se promete- para que el modo funcione. Pero insistimos, aún con este inconveniente, las imágenes que obtuvimos nos encantaron.
Por último hicimos pruebas de cámara trasera y frontal con luz natural y nos quedó claro que vivo Y53s es un equipo al que vale la pena prestar atención, sobre todo si se considera que su precio es de 7,500 pesos mexicanos.
Pero aclaramos que no fue posible hacer pruebas extenuantes de rendimiento, pues solo tuvimos el equipo el tiempo que duró la visita a Parque Quetzalcoatl, centrada exclusivamente en la cámara.