Recientemente se le realizo un juicio a las bicicletas eléctricas que están albergadas por gran parte de la CDMX y ahora es el turno de sus “hermanos”: los scooters eléctricos.
Esto surge porque se ha notado el constante crecimiento de estos medios de transporte en cada esquina de la ciudad, que si bien son efectivos, también cuentan con algunos puntos a mejorar.
Por ello es que se analizarán sus virtudes y defectos para saber si realmente conviene adquirir uno o sólo seguir usándolos cuando están desocupados en las calles.
Lo bueno de los scooters eléctricos
Disminuye el tiempo de viaje
La primera gran ventaja que tienen los también llamados patines del diablo, es que al igual que las bicicletas eléctricas, reducen el tiempo de traslado, pues pueden estar en carriles especiales donde no existe el tráfico porque casi nadie los transita.
Uso en cualquier sitio
Otro de los puntos fuertes con los que cuenta este transporte, es que al ser tan práctico y relativamente pequeño, puede introducirse en cualquier lugar de la gran ciudad, lo que significa que pueden evitar el pesado tránsito y llegar a su destino en menor tiempo.
Cuidan del medio ambiente
El cuidado del medio ambiente es algo que está en la mente de muchas personas, pues siempre están buscando alguna manera de protegerlo y una de las mejores formas de hacerlo es usando un scooter eléctrico, porque no opera mediante la quema de combustibles fósiles y por ende, no generan altas emisiones de CO2.
Tiene la velocidad necesaria
El hecho de que no se trate de un automóvil, hace que los scooters puedan presentar una reducción de recorrido, pero esto no es una adversidad porque cuenta con la velocidad necesaria (entre 10 y 40 kilómetros por hora) para ir de un sitio a otro.
Esto, aunque parezca poco, da la sensación de volar, por lo que si una persona se sube a uno de ellos, vivirá una grata experiencia.
Autonomía
Al igual que sus hermanas las bicicletas eléctricas, los monopatines cuentan con una autonomía que hace recorrer hasta 20 kilómetros con una sola recarga de batería, lo que significa cerca de 2 horas viajando ininterrumpidamente.
Por supuesto que estas cifras pueden variar de acuerdo al modelo, pero en general y común scooter eléctrico medio, este es el beneficio que se puede obtener.
Lo no tan bueno de los scooters eléctricos
Extremadamente silenciosos
Tal vez se piense que el tener un medio de transporte silencio es lo máximo, pero la realidad es todo lo contrario, ya que no se escucha que está en un carril y por consecuencia, un peatón puede cruzar la calle sin cuidado alguno ocasionando un accidente devastador.
Otra de las situaciones que pueden presentarse, es que un automóvil no se percate que un monopatín con una persona a bordo esta atrás de él y maneja, acelera y/o frena como si no pasará nadie por ahí.
Largo tiempo de recarga
Uno de los puntos poco positivos que tienen los patines del diablo, es que su tiempo de recarga tarda muchísimo más comparado con el de la carga de gasolina en un vehículo, pues se tiene que llenar todo su tanque para que se obtenga la autonomía ya mencionada.
Mínimos espacios de recarga
Relacionado con el aspecto anterior, en la CDMX existen muy pocos lugares donde las personas pueden recargar sus monopatines, haciendo esto algo difícil y molesto. El porqué de esto se debe a que este dispositivo apenas está naciendo y por ello, la ciudad se está adaptando poco a poco a sus necesidades.
Poca regulación
Con este título se hace referencia a que no se tiene una regulación por parte del gobierno que le permita saber a los usuarios dónde pueden manejarlos, dejarlos o si los pueden dejar en cualquier lugar.
Esto ha ocasionado que miles de transeúntes se molesten porque nadie les pone un orden y siempre abandonan los scooters en sitios en los que no se debe, como en medio de una calle o en las rampas para discapacitados.