El smartwatch poco a poco se ha posicionado como un gadget que pasó de ser un lujo entre entusiastas de la tecnología a un dispositivo que ayuda en la vida diaria de una manera homóloga a lo que hacen los smartphones.
La idea de un smartwatch parece obedecer a las inquietudes tecnológicas de la última década, pero en realidad abundan ejemplos de que la industria tecnológica veía al reloj como un dispositivo con la capacidad de hacer mucho más que solo dar la hora.
Los relojes-calculadora de los que fue pionera Casio en los 80 son el más claro ejemplo de ello, pero hay otros desarrollos de la época que daban cuenta desde otras trincheras del potencial de los relojes de pulsera. Uno de ellos fue el Seiko TV Watch.
Desde su fundación en 1881, Seiko se convirtió en un referente de la industria relojera y a través del tiempo ha incorporado elementos como osciladores de cristal, sensores y LCD para responder a las inquietudes de cada época.
En los años 80, la década en la que el formato VHS y canales como MTV explotaron, el público consumidor estaba inquieto por llevar sus aficiones a donde fuera, ya sea a través de las boomboxes para que la música jamás dejara de sonar, o con dispositivos como el Walkman, que a pesar de que llegó al mercado en 1979, sus implicaciones de portabilidad se bañaron en gloria en esa década.
Esta lógica de entretenimiento y portabilidad ochentera fue abordada por Seiko con su TV Watch, un dispositivo que, como su nombre lo indica, ofreció a los usuarios la posibilidad de ver televisión y escuchar radio a través del reloj.
La prioridad del dispositivo era obvia. La pantalla LCD se dividía en dos secciones: la de arriba estaba destinada a la hora y fecha, y el resto era para las imágenes que llegaban al reloj gracias a un receptor de señal de TV y radio que el usuario debía cargar consigo.
El reloj se conectaba al receptor y éste a su vez tenía entrada para audífonos. En su momento fue tan innovador que incluso salió en Octopussy, filme de James Bond protagonizado por Roger Moore y estrenado en 1983 -porque siempre hay espacio para las innovaciones tecnológicas no teóricas en las películas del espía británico.
Pero ese sentido de innovación no se trasladó al apartado de ventas, pues Seiko TV Watch tenía un precio de 495 dólares en 1983, que ajustados a la inflación son alrededor de 1,321 dólares en la actualidad, es decir, aproximadamente 26,555 pesos mexicanos al tipo de cambio.
Quizá era demasiado pronto para que un producto de esa naturaleza triunfara en el mercado, pero lo cierto es que hablamos de un gadget que, junto con los relojes-calculadora, constituyó pasos que abonaron al eventual desarrollo de los smartwatches tal como los conocemos.