El 1° de septiembre de 2000, Nokia lanzó al mercado un teléfono que habría de instalarse por siempre en el imaginario tanto de las personas entusiastas de la tecnología, como de aquellas que en realidad no están comprometidas con ella.
Hablamos de una auténtica leyenda que hasta este día es el centro de innumerables memes, un equipo que vendió millones de unidades y que incluso ya fue objeto de un relanzamiento en plena era del smartphone.
Por supuesto nos referimos al Nokia 3310, un teléfono que probablemente tuviste y que seguro te remonta a una era en la que no tenías tantas preocupaciones en tu vida.
Nokia 3310 fue el sucesor del Nokia 3210 y dentro de los factores que le hicieron ganarse la atención del público destacaban su tamaño y diseño, más pequeño y redondo.
El objetivo de Nokia era llegar a un público joven en una época en la que los teléfonos móviles se asociaban más a la vida adulta remunerada.
De esta manera, la compañía resaltó la posibilidad de intercambiar la carátula del teléfono, lo que hizo que el mercado se llenara de diseños de todo tipo para que las personas imprimieran su personalidad en el teléfono.
El público joven fue el mismo que se reunía en torno a Snake II, uno de los juegos que venían incluidos en el equipo.
Pero más allá del diseño, la personalización y de Snake II, el factor que mantiene al Nokia 3310 como una auténtica leyenda es su resistencia y durabilidad.
Internet está llena de videos de pruebas de resistencia que se le aplican al teléfono, como aventarlo con fuerza o dejarlo caer desde una altura considerable.
Los memes justo gravitan en torno a ese punto, y se burlan de que, mientras los smartphones actuales se rompen con cualquier golpe, el Nokia 3310 no se quiebra con nada.
El público definitivamente amó el Nokia 3310, observable en las más de 126 millones de unidades que vendió en todo el mundo, lo que lo convierte en uno de los teléfonos más vendidos de todos los tiempos.