El iPad 2022 llegó con una apuesta totalmente renovada tanto en diseño como en funciones, en donde quizás una de las actualizaciones más llamativas es la adopción de un puerto USB-C.
De esta manera, en términos de compatibilidad con accesorios y adaptadores de carga, el nuevo iPad estándar a ganado mucho terreno; sin embargo, ha puesto sobre la mesa lo caótico que puede resultar para los usuarios, cuando menos en principio, la sonada migración de Lightning a USB-C.
Vamos al antecedente. Fue en junio pasado cuando la Unión Europea anunciaba que había llegado a un acuerdo que obligará a todos los futuros smartphones vendidos en su territorio deberán incluir un puerto de carga USB-C universal.
A principios de este mes, se hizo oficial y se dijo que será a partir de 2024 que todos los smartphones y dispositivos «recargables a través de un cable» deberán utilizar el puerto de carga USB-C.
Como era de esperarse, esto obligaría a Apple a migrar de Lightning a USB-C, proceso que si bien no es nuevo para la firma, no se ha ejecutado en todos sus dispositivos y accesorios.
Durante 2015, Apple comenzó a integrar este conector en sus Mac para un año más tarde adoptarlo por completo. El momento para iPad llegó con los modelos Pro de 11 y 12.9 pulgadas lanzados en 2018.
iPad 2022 con USB-C y lo que supone
No obstante, gadgets como el Apple Pencil de primera generación o el Magic Mouse aún poseen en puerto de carga exclusivo del fabricante, lo que será un problema en el proceso de migración para los usuarios.
El iPad 2022 con USB-C se anunció con compatibilidad para Apple Pencil de primera generación con Lightning. Esto supone que para usar el lápiz óptico en la nueva tableta de entrada del fabricante se deberá comprar un adaptador que en México tendrá un costo de 249 pesos.
Este adaptador, que estará incluido en la caja para aquellos que compren un nuevo Apple Pencil de nueva generación por 2 mil 399 pesos, será necesario para » el emparejamiento y la carga” de ambos gadgets, según la empresa.
Además de suponer un gasto adicional para el usuario, el asunto podría complicar el uso de ambos dispositivos si consideramos que el adaptador necesario para usar el Apple Pencil con el nuevo iPad no es un puente directo.
“Su Apple Pencil se conecta a un extremo del adaptador y el cable de carga USB-C de su iPad se conecta al otro”, según se lee en la descripción del adaptador.
Así, en realidad nunca estaremos conectando directamente el lápiz al iPad, lo que resultaría inconveniente en caso de necesitar una carga de urgencia.
La escena podría replicarse y para los usuarios no quedará más camino que abrir la cartera y hacerse de un arsenal de adaptadores para que dispositivos de nueva generación convivan con accesorios «antiguos» o bien actualizar todo su ecosistema, una vez más, sacando la billetera.
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