Los videos virales están en las redes desde hace tiempo. Muestran muchas veces situaciones asombrosas que nos hacen pensar que hay gato encerrado, como por ejemplo, los autos que chocaban contra la nada o el tipo que se lanza por un tobogán y sale volando hasta caer en una pequeña alberca. Y aunque tenemos Google para buscar la verdad, muchas veces nos conformamos con creer que en realidad no es posible editar este tipo de videos y por ende, deben ser reales. La sorpresa es que antes de creer en ninguna imagen o video que se nos presenta, sería bueno investigar porque prácticamente la inmensa mayoría de videos virales son falsos.
Hace poco apareció un video en donde el autor del mismo coloca dos pequeños motores a un teléfono celular y lo convierte en un dron primitivo, con el cual se saca unas fotografías automáticamente. Ya de entrada parece sospechoso por el tipo de motores que usa. Pero más allá de eso, gracias al análisis “forense” del video, se encuentran multitud de detalles que lo demuestran como un video falso.
Mark Rober es uno de los primeros que decidieron mostrar que todo es un truco de video. Por ejemplo, un motor como los que usa el sistema puede sostener en el aire un peso de unos 30 gramos. Si un teléfono pesa 10 veces más, es claro que no hay manera de que el teléfono flote en el aire. Rober nos muestra sus experimentos y nos indica que se requerirían entre 10 a 15 de estos pequeños motores para sostener el teléfono en el aire.
El autor del video viral es “Amazing Maker”, el cual parece decirnos que sí es posible comprar las partes de su sistema, incluyendo los motores y de hecho, en la descripción de su video pone los enlaces:
El teléfono dron usa un Arduino, pero éste no tiene un acelerómetro integrado y tampoco un giroscopio, y en consecuencia, mantener el teléfono flotando con estabilidad es prácticamente imposible sin un dispositivo programable que pueda corregir la desviación que ocurriría. Obviamente el autor del video apela a la ignorancia de las personas.
Por otra parte, el autor presenta su invento en donde se muestra él acostado y viendo en su teléfono flotante un video musical. Claramente el video está editado porque jamás se escucharía como aparece en el video viral. Rober nos da una buena lección de todo lo que se ha hecho mal para tratar de convencer al respetable público de que el video es real.
Pero no suficiente con todas sus explicaciones, Mark Rober se conecta con el CD – Captain Disillusion, que tiene un número enorme de videos mostrando los trucos de los que hacen estos contenidos virales. Disillusion y Rober de verdad nos dan una lección de ingeniería sobre todas las leyes de la física que se violan y de los trucos del autor para mostrar un efecto que a todas luces es imposible en su video.
No obstante esto, Mark Rober decide -ayudándose de un amigo ingeniero- construir una versión funcional del teléfono dron. Y lo consigue, aunque esto le debe haber llevado días, un montón de esfuerzo y más de un día de frustrantes fracasos. He aquí el video de Rober completo. No tiene desperdicio: