Hace unos días se anunció la primer entrega de Amazon por medio de un dron, la cual únicamente tardó 13 minutos en llevarse a cabo. Este hecho formó parte de una prueba piloto que la compañía de comercio comenzó en Cambridge, Inglaterra.
El proceso para la entrega con drones comienza con el pedido del cliente, el cual llegará al sistema para que se tome la orden. Un colaborador empaca el producto y lo coloca cuidadosamente en el dron. Finalmente, otro sujeto es el encargado de hacer que la aeronave emprenda el vuelo.
Por supuesto, cada dron integra GPS para que Amazon tenga la posibilidad de monitorear y asegurarse de que el producto esté a salvo y que llegue bien con el usuario que realizó el pedido.
El objetivo principal de esta nueva implementación es reforzar los servicios a millones de clientes proporcionando una rápida entrega que también incrementará la seguridad y eficacia del sistema de transporte.
Por el momento, apenas van dos entregas con drones, pero Amazon espera que en cuestión de meses se extienda a miles de usuarios más.
Hasta ahora todo suena increíble. ¿Quién no querría pedir algo y que en cuestión de minutos llegue a nuestras manos? Sin lugar a dudas, la entrega de artículos por medio de drones es una estrategia que raya en la utopía, pero ¿qué tan viable podría llegar a ser para la compañía y para los clientes?
Claro que Cambridge es un lugar incluso aburrido de visitar por tanta tranquilidad y seguridad, por lo que no culparíamos a Amazon al querer aprovechar sus maravillosos paisajes y la perfección garantizada para lanzar esta prueba piloto de su servicio con drones. Sin embargo, esta nueva estrategia no podría ser viable en países tercermundistas como… México.
México estaría muy atrasado en cuanto a regulaciones gubernamentales, además de que seguramente alguien intentaría dispararle al dron para adjudicarse el producto e incluso hasta quedarse con la aeronave. También muchos individuos podrían llegar a pensar que se trata de un espionaje, por lo que no dudarían en sabotear el vuelo emprendido por el dron.
Por dichas razones, esta estrategia no podría ser viable ni para la empresa, ni para los clientes en países rezagados, pues si el producto se pierde en el camino, Amazon tendría que reembolsar el dinero a cada cliente y terminaría afectando a sus ganancias.
En lo personal, yo no veo mucho futuro a este dudoso proyecto, pero sí he de reconocer que la iniciativa fue una gran estrategia publicitaria para lograr que todo el mundo hablara sobre la compañía justo antes de temporadas navideñas. Por otra parte, este tipo de estrategia me parece algo insulsa, porque la llegada inmediata de un producto no es realmente necesaria, ni urgente.
Sin embargo, este tipo de estrategia sí podría ser ideal para otros ámbitos. Por ejemplo, imaginemos que ocurre un desastre natural en algún lugar que esté en pleno desarrollo…un dron podría coordinar rescates de emergencia, o incluso proveer de medicamentos a zonas marginadas donde el acceso hospitalario sea inaccesible.
También, los drones podrían funcionar para el sector agricultor, pues monitorearían el cultivo para mejorar la forma en que los alimentos se siembran.
Finalmente, pienso que este tipo de aplicaciones sí podrían generar un cambio real e importante, pero el servicio de Amazon me parece completamente innecesario.