Estábamos navegando tranquilamente por la web cuando de pronto se nos atravesó esta vieja nota publicada en el periódico Excélsior el 24 de diciembre de 2006:
Como puedes verlo, el protagonista es un teléfono promocionado como “antiborrachos”, pues podía detectar cuando un usuario había consumido alcohol. Su nombre era Alc-Mobile y fue desarrollado por Tokai Electric y KDDI.
No es gratuito que la publicación haya sido un 24 de diciembre, fecha en la que por excelencia el consumo de alcohol es la constante y en la que a más de uno se le pasan las copas al calor de la euforia.
La nota remarcó el rol que el teléfono jugaría en el ámbito transportista, pues avisaría a los patrones si los choferes de autobuses o taxis estaban trabajando bajo el influjo de bebidas embriagantes
“Al igual que los aparatos utilizados por la policía, determina la tasa de alcoholemia de la persona que sopla dentro. Pero tiene de particular que envía inmediatamente el resultado de la prueba a los ordenadores de la compañía de autobuses o taxis”, decía la nota.
Al hacer un rastreo encontramos que esta mecánica de operación se puso en marcha en Japón y que el teléfono requería un periférico externo similar al que se emplea en los operativos de alcoholímetro.
También encontramos que la compañía Tokai, al menos en su sitio web, no refleja actividad desde septiembre de 2009 y lo que puede apreciarse en el home es tecnología obsoleta -incluidos teléfonos móviles.
Pero por otro lado, hallamos que la iniciativa Alc-Mobile sigue viviendo, ya no como un dispositivo físico, sino como una aplicación para Android que solo opera en Japón.
“La prueba de alcohol es posible con un teléfono Android. Los resultados de la prueba pueden ser mandados automáticamente”, se lee en la descripción de la app, de donde también se desprende que la última actualización data del 29 de octubre de 2020.