A principios de diciembre, en España, la Unión General de Trabajadores lanzó un video para dar a conocer la Red de Creadores, se trata de un proyecto sindical de youtubers que pretendía iniciar un debate sobre las condiciones de los generadores de contenidos de diversas redes sociales.
Durante dos jornadas en la que transmitieron por más de siete horas, expusieron problemas como las condiciones de uso, no poder desgravar el tiempo empleado en documentarse, entre otros.
Cerca de 15 youtubers lanzaron la iniciativa en el país ibérico que busca visibilizar una actividad que se consume diariamente por millones de personas, pero cuyos protagonistas no están representados.
La iniciativa tenía el objetivo de cobrar impulso; sin embargo, lo que provocaron fue una división en el colectivo.
Youtubers, ¿una profesión?.
Se tiene que dejar en claro, cualquier video de YouTube se genera sin que nadie lo solicite, además se aloja de forma gratuita en una plataforma en la que se suben millones de horas contenidos sin costo alguno y que bajo ciertas circunstancias permiten la monetización.
Por tanto, los youtubers no pueden vivir de sus contenidos a menos de que recurran a que sus seguidores aporten una lanita al mes o cada que se sube un material.
Lo que recibe esa “comunidad” es contenido exclusivo, saludos personalizados, hablar sobre ciertos temas, entre otros beneficios.
La plataforma de creadores española pidió que los youtubers conozcan qué algoritmos les hacen estar o no, en una posición de preferencia, para así poder organizar las cuentas del mes y saber cuándo van a tener 800 vistas y cuándo serán 8 mil.
El trabajador digital.
Los youtubers son oficialmente autónomos, aunque las condiciones no son puestas del todo por ellas, otro de los objetivos del sindicato es colocar al trabajador digital en el nuevo panorama laboral.
YouTube contribuyó con 313 millones de euros al PIB español durante 2020, según un informe de Oxford Economics, pero ojo, y este es realmente un punto clave, no se especificó su contribución vía impuestos.
También se generó el equivalente a 21 mil puestos de trabajo (youtubers); no obstante estos empleos no tienen una relación laboral con la plataforma, pero sí están estrechamente vinculados a su ecosistema.
Esto indica algo muy simple, YouTube es una intermediaria, y no una compañía que explota a los youtubers.
Al igual que en España y otras partes del mundo, hay gente que piensa que ser youtuber es no tener oficio ni beneficio, aunque casi nadie sabe a ciencia cierta cómo se hace dinero.
Sin embargo, al ser un mercado emergente, sin un oficio existente como tal en el que se paguen impuestos, no tiene sentido crear un sindicato.