La semana pasada tuve la oportunidad de asistir (me invitaron) a la conferencia para desarrolladores que organiza todos los años Apple en el centro de convenciones Moscone, de la ciudad de San Francisco.
Llegamos un día antes y estuve más que preparado para estar tempranito en las puertas del salón principal. Ya me había tocado cubrir un evento similar de Apple y conocía más o menos la multitud que se forma antes de comenzar. Así es que, justo cuando abrieron las puertas, literalmente corrí para agarrar un buen lugar, en el área de prensa, pero en una de las orillas. Tenía muy claras mis intenciones…
Antes de todo eso, la noche anterior me dediqué a revisar lo que necesitaría para la conferencia: laptop con batería al 100%, cámara Web funcionando sin problemas, conexión a Internet de buena velocidad. Después de todo, Apple presentaría novedades, posiblemente algún nuevo hardware y mucha, pero mucha gente siempre quiere conocer los detalles justo en el momento en el que se están anunciando. Periodismo a la Web 2.0.
En este tipo de eventos aplica un poco la regla de que “lo que no está prohibido, está permitido” y es tradición que muchos bloggers lo cubren a través de transcribir lo que está sucediendo y colocando algunas fotos en sus sitios, todo en tiempo real. No sé exactamente si las políticas de Apple impedían transmitir a través de una cámara Web lo que sucedía dentro del salón, máximo si estábamos invitados como prensa, así es qué…
Justo en el momento que arrancó oficialmente la conferencia, anuncié al “mundo” que estaba transmitiendo en vivo a través del servicio llamado “UStream”, que permite a cualquier persona convertirse en una mini estación de televisión. Eso de anunciar al “mundo” lo recalco porque había en la página www.unocero.com los avisos previos y, además, pasé el mensaje a través del servicio de Twitter, donde hay mucha gente que le gustan estos temas, quienes, al mismo tiempo, reenviaron la liga con la información.
El tiempo comenzó a transcurrir, la calidad del video era apenas si aceptable (las cámaras web no fueron hechas para transmitir eventos de este tipo) pero el audio parece que estaba bastante decente. El número de “televidentes” por llamarles de alguna forma comenzó a subir. Al principio era más o menos imaginable: 60, 80, 120, 200, así se iban sumando poco a poco los que se enteraban de alguna forma de la transmisión. Al poco tiempo, algunos usuarios lanzaron el “pitazo” de que en la conferencia de Apple alguien estaba con una Webcam haciendo transmisión en vivo… los números subieron de forma alarmante en cuestión de minutos. Me platica mi colega Ricardo Zamora que él le avisó a Leo Laporte, un periodista de tecnología norteamericano con miles y miles de seguidores. Si Laporte lo puso en su sitio, de ahí seguramente llegaron muchos visitantes, pero de dónde llegó la avalancha fue del propio sitio de UStream, que lo colocó en su “home page”.
Como a la hora de iniciada la transmisión, los comentarios en el chat eran que “a ver si rompemos la marca de los 10,000” … todo pasaba rápidamente. Tenía que monitorear que hubiera buena imagen, buen sonido, que la señal de Internet no se cayera, que la batería durara, en fin, de todo un poco. Pero el fabuloso equipo de “producción” éramos mi laptop y yo.
Así siguieron pasando los minutos y los usuarios seguían llegando… la emoción realmente era intensa. Cuando rebasamos los 10,000 usuarios las cosas comenzaron a ponerse más tensas. Ya no era cualquier PC transmitiendo cualquier video de esos que abundan por ahí en la red. Se trataba de miles de personas que estaban conectadas a una página siguiendo el lanzamiento de nuevos productos de una firma de tecnología. Cualquier movimiento en falso, cualquier desconexión de la red y ¡adiós transmisión!
Así como nunca en mi vida pensé que llegaríamos a 10,000 usuarios, cuando tocó el pico de 17,000 simultáneos, realmente estaba sorprendido, comenzando a sufrir porque me quedaba sólo uno 20% de batería o algo así. ¡Todo podía terminarse repentinamente! Los minutos pasaban y no me cansaba de escribir “si se me acaba la pila, sígueme en Twitter” (que lo actualizo desde el celular)… en un momento caminó por el pasillo una persona y pensé que justo venía a mi lugar a decirme que no podía estar transmitiendo a través de una webcam el evento… sentí un poco de adrenalina… pero ¡no! Era otro periodista que buscaba a algún colega.
Así las cosas, la conexión a Internet nunca falló (no usé la del evento, pues me comentan que de repente se caía por la cantidad de conexiones), usé una tarjeta BAM que tengo -de cortesía- de Iusacell, asunto por demás estratégico, ya que sin conexión confiable, nada de esto se podría ni siquiera pensar en hacer. Lo que si falló fue el sitio www.unocero.com, ya que no soportó la cantidad de conexiones, sin embargo, siempre funcionó la página de Ustream, quienes proveen el servicio. La estadística para este video en particular dice que, en total, un poco más de 50,000 personas vieron el video mientras estuvo al aire…
Vengo en el avión de regreso del evento y sigo emocionado. Disfruté esa hora y media como nunca. El sólo pensar que si movía la laptop o si acaso me movía yo para acomodarme en la silla, todos los que estaban conectados a la transmisión se darían cuenta… El poder de “la red de usuarios” y lo instantáneo de Internet me sigue asombrando. No cabe duda que dará para mucho más y, claro, seguiré buscando eventos y ocasiones para hacer este tipo de modernas travesuras.
(Gracias a Mario Valle (twitter.com/bilbeny) quien capturó la pantalla de lo que estaba sucediendo en UStream y después me la envió. Es la que ilustra esta nota).